La Democracia Participativa

Febrero 2023

Luis Nava Guerrero

La Nación

 

La Democracia Participativa como ruta hacia la nueva era de la Participación Ciudadana y la Gestión Pública

 

En un sentido resumido, la democracia participativa se refiere a una forma de implicación política y social con un mayor nivel, este tipo de participación permite a la ciudadanía asociarse, organizarse y expresarse de manera más directa, dando un voto de confianza casi total a los mandatos de la comunidad. Algunos autores han coincidido en que, a medida que el mundo y nuestras sociedades evolucionan van adoptando diversas formas de involucramiento y participación en la vida política, no puede existir la democracia sin la participación ciudadana y viceversa, ya que en gran medida son mutuamente incluyentes y dependientes.

Para el caso mexicano, alrededor del siglo XIX el concepto de democracia comenzó a tomar fuerza en las naciones, por lo que podemos afirmar que actualmente nace de la soberanía ciudadana que se reconoce a través de una constitución y es garantizada institucionalmente mediante los derechos políticos; si bien ahora podemos decir que México es un país democrático, habría que plantearnos en algún momento, en qué nivel de democracia nos encontramos y qué rango de participación ciudadana poseemos.

Para sintetizar lo anterior, el IDD-MEX en su última actualización (2020) lanzó un ranking que posiciona a los estados de la República de acuerdo con cuatro dimensiones establecidas que consideran la democracia de los ciudadanos, la democracia de las instituciones, la democracia social y la democracia económica, estas tipificaciones de la democracia nos ayudan a comprender mejor la dinámica social de un momento en la historia.

Los resultados de esta encuesta posicionan en los primeros cinco lugares, es decir, con alto índice de desarrollo a los estados de Yucatán (0,000); Baja California Sur (9,251); Aguascalientes (8,845); Querétaro (8,656), e Hidalgo (8,303). Siendo las entidades con los últimos puestos Oaxaca (2,211); Michoacán (1,837); Veracruz 1,100); Morelos (0,730), y Guerrero (0,0).

En naciones como México y sociedades donde la desigualdad permea en las ramas culturales y étnicas, el principio de participación y representatividad se enfrentan a diversos retos. Como pudimos observar en los datos anteriores, aún existen entidades donde no se alcanza ningún punto que abone a su desarrollo democrático, sin embargo, los gobiernos humanistas confiamos en que se pueden ir generando las rutas de comunicación sobre todo desde los gobiernos locales, tomando en cuenta las inquietudes y necesidades más próximas y latentes en nuestras demarcaciones.

 

Acciones Humanistas en pro de la democracia participativa y la participación activa de la ciudadanía

Las y los presidentes municipales humanistas tienen bien claro que sólo involucrando a los gobiernos locales y abriendo canales de comunicación para nuestras comunidades seremos capaces de dar el paso siguiente dentro de nuestra democracia representativa, queremos dar voz a nuestros ciudadanos, pero queremos aún más atender lo que tienen que decir.

Uno de los grandes intentos desde la ANAC y desde los gobiernos humanistas ha sido nuestra propuesta de Gobernanza Municipal Humanista, en donde la participación ciudadana es uno de los principales aportes, a través de tres líneas de acción:

  1. Rendición de Cuentas: Hablamos del proceso en el que los ciudadanos vigilan y evalúan el actuar responsable de los servidores públicos por medio de mecanismos como la trasparencia o la fiscalización.
  2. Acceso a la Información Pública: Visto como un derecho fundamental por medio del cual toda persona puede conocer la información que se genera por posesión, uso o administración de recursos públicos
  3. Transparencia:  Se trata de la cualidad de la actividad pública que consiste en la apertura del sector público a la divulgación de información acerca de su gestión.

 

Siendo estas tres líneas de acción una ruta que puede ser retomada, también hemos denunciado aquellas acciones que debilitan la participación adecuada de la ciudadanía, tales como el corporativismo, en donde quedan subordinadas las organizaciones y las demandas sociales a la discreción de las autoridades, es aquí donde se pierde el sentido de la representación social y, sobre todo, se emplaza la importancia de la participación ciudadana al reforzar la percepción de “que para obtener soluciones a los problemas es necesario estar cerca del poder”; rechazamos además la idea de un gobierno paternalista que cree tener las respuestas a todas las inquietudes cuando éstas no han sido dichas por los principales afectados.

El camino hacia una mejorada versión de la participación ciudadana no es fácil, ya hemos observado varios retos a los que los municipios mexicanos se enfrentan, sin embargo, es un proyecto que creemos totalmente posible y uno sobre el que el mundo está apuntando para subsanar la relación entre ciudadanía y gobierno. En este momento de nuestra historia como nación debe ser vista como un proyecto a mediano y largo plazo que se puede ir alcanzando si se incentiva de manera eficiente a la ciudadanía y a las autoridades de cada orden de gobierno. Al igual que otros autores, coincidimos en que nos esperan importantes desafíos, la evolución de nuestras comunidades nos irá marcando el ritmo con el que iremos avanzando y deberemos estar muy atentos en el diseño, implementación y evaluación de los procesos que se propongan en este sentido para fusionar la democracia deliberativa y la directa.

Dar el siguiente paso implica un fortalecimiento íntegro de nuestras instituciones de gobierno y una valoración en nuestros servidores públicos, mantener informada a la ciudadanía y abrir los espacios donde puedan indagar y opinar, este paso implica dar el valor equitativo que cada orden de gobierno merece, y sólo así, fortaleciendo a nuestra gente y nuestros municipios, lograremos fortalecer a México.

 

Luis Nava Guerrero es Presidente Municipal de Querétaro, Querétaro.

Twitter: @LuisBNava

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