La política es para servir a los demás

Febrero 2021

Juan Pablo Castillo

La Nación

El 11 de febrero, La Nación tuvo una agradable charla vía telefónica con Irma Delgado Rivero, quien ha sido panista desde que tiene uso de razón gracias a sus padres.

Nació el 17 de mayo de 1946 en Melchor Ocampo, Estado de México, en donde actualmente reside. Comenzó a participar en actividades del PAN en 1980, pintaba bardas con leyendas de abanderados del Partido y visitaba a personas de su localidad para invitarlas a votar. Se convirtió en militante en 1985.

Irma Delgado, además de llevar sangre azul, también tenía sangre de política, ya que fue presidenta de la sociedad de alumnos de la secundaria oficial 119 “Laura Méndez de Cuenca” y de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), en donde, acompañada por los rectores, recibió al ex presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Estudió la carrera de enfermera técnica en la UAEM, después de graduarse trabajó en los hospitales civiles de Toluca y Tlalnepantla, así como en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), laboró durante 27 años y ahora está jubilada.

Primera regidora en Melchor Ocampo

Desde niña asistió a juntas informativas del PAN y fue en una de esas reuniones donde se convirtió en la primera candidata y regidora en la historia de Melchor Ocampo, cargo que ocupó dos veces.

“Cuando se acercaba una campaña, en las juntas preguntaban quién quería encabezar, por ejemplo, el ayuntamiento, diputado o síndico, y nadie quería. Por eso se dio la oportunidad de que yo fuera candidata y fui la primer mujer que estuvo como quinta regidora en el ayuntamiento de 1985 a 1987 con Demetrio Alfaro Guerra como alcalde”.

Añadió que Demetrio Alfaro Guerra fue el segundo presidente municipal del PAN en Melchor Ocampo, el primero fue Teofanes Sánchez Sánchez de 1973 a 1975.

Irma Delgado relató una experiencia que le tocó vivir en la elección de 1985, cuando estuvo en la planilla con Demetrio Alfaro Guerra y siendo representante de casilla en el pueblo de Visitación, un lugar donde, dijo, estaba bien arraigado el PRI.

“Recibí la instrucción de irme con el Ejército cuando se llevaran las urnas, un soldado me hizo a un lado, prácticamente me empujó y con su arma me hirió el pie. Por culpa de esa acción, la gente empezó a molestarse y a gritar”.

Ahí estuvimos muchas personas del PAN cuidando las urnas, continuó, vino un representante del ahora Instituto Estatal Electoral para decir que había ganado el PRI, cuando eso era mentira.

“Nosotros, con papeles, habíamos ganado y no les íbamos a permitir que nos quitaran las urnas, por eso nos quedamos ahí cuidándolas entre siete y ocho días para que no llegaran los mapaches del PRI a robarlas, nos encerrarnos con el representante en la casa donde fue la votación y no lo íbamos a liberar hasta que dijera la verdad”.

Por fortuna, prosiguió, el representante nos acabó dando el triunfo, pero cuando iba a ser el cambio de poderes, llegó el Ejército, vinieron helicópteros, entraron por la calle principal, la gente tenía miedo de que fueran a robarse las urnas y los papeles.

“Pero dijimos no vamos a dejar que nos dobleguen, varias personas hablaron con ellos, incluyendo el sacerdote del pueblo, y tuvieron que reconocer que habíamos ganado.

“Después levantaron en hombros al señor Demetrio Alfaro Guerra, muchos vecinos, se lo llevaron por toda la calle principal, tocaron las campanas, fue una gran fiesta, no he visto ningún festejo como este”.

Cuando fue regidora, por primera vez, pidió licencia sin goce de sueldo, aquí no tuvo ningún problema, pero fue en la segunda ocasión en ocupar este cargo, de 1991 a 1993, durante la administración del priista Francisco Javier Delgado Rodríguez, donde sí tuvo complicaciones.

Al ser octava regidora de oposición, el PRI le hizo la vida muy difícil a Delgado Rivero, porque hicieron todo lo posible por no pagarle su sueldo en varias ocasiones; la panista reclamó pero los altos mandos se hacían los sordos, denunció en varias ocasiones los actos de corrupción que había en esa administración ante el gobierno estatal y federal, y medios de comunicación.

Hoy día es integrante del Comité Directivo Municipal del PAN en Melchor Ocampo y se dedica a hacer labores altruistas, esto la llevó a ser nominada y galardonada con el Reconocimiento al Mérito Voluntario 2020. “La política es para servir a los demás”.

Para concluir esta agradable plática, Irma Delgado hizo un llamado a los jóvenes a que siempre se preparen, porque para poder ser un gran orador como los presidentes nacionales del PAN, y así llegar a más gente, se necesitan tener estudios superiores. Subrayó que es en esa edad cuando más le pueden dar al país y de realizar muchas cosas positivas.

“A mí no me gusta la injusticia social y estamos viviendo un retroceso peor que cuando estaba el PRI por culpa de López Obrador, por eso luchen, para que México sea justo y libre.

“Como decía nuestro fundador, Manuel Gómez Morin: No olvidemos que nuestro deber es permanente, no lucha de un día, sino brega de eternidad. Tenemos que seguir trabajando para tener un país mejor y sólo lo vamos a lograr si nosotros participamos de manera positiva”.