Polonia

Junio 2023

Julio Faesler Carlisle

La Nación

Situado en el extremo oriental de Europa, de cultura eslava e idioma hermano del ruso, Polonia tiene una población de 37.7 millones y una extensión territorial de 311 mil kilómetros cuadrados. Es un país intensamente católico desde su conversión al cristianismo con el bautizo de Miecislao I, el primer gobernante del futuro estado polaco. En la tradición polaca figura la misteriosa imagen de la Virgen de Czestochowa del año 67, patrona de Polonia y venerada en todo el país.

Polonia prosperó y comerciantes y artesanos alemanes fundaron ciudades, pero en 1241-42 los mongoles invadieron Polonia y vencieron a los polacos en 1241, pero pronto se retiraron. La Orden de Caballeros Teutónicos, monjes combatientes, conquistaron y convirtieron por la fuerza a los pueblos paganos de Europa oriental.

Aunque la época del rey Estanislao Augusto Poniatowski (1764-86), que dominó a Ucrania, fue positiva, Polonia seguiría sufriendo las inclemencias de ocupar un territorio siempre codiciado por vecinos más poderosos.

La lucha entre el Occidente y la religión musulmana marcó el siglo XVII. Aprovechando la debilidad de una Europa gastada por la Guerra de 30 años, el Visir Kara Mustafá y del sultán Mehmed IV (1642-1693) llegaron en enero de 1683 hasta el centro de Europa con un imponente ejército e intenciones de crear una gran Turquía europea y musulmana con capital en Viena.

Fue entonces que Juan III Sobieski, rey de Polonia, al frente de una poderosa alianza militar de 200 mil soldados, detuvo en las mismas puertas de Viena el avance árabe que ya había conquistado los países balcánicos. Se completaba la hazaña de Charles Martel que, en 732 en Poitiers, Francia, venció a los turcos que desde 711 ocupaban casi toda España y cuya reconquista se completaría en 1492 en Granada.

Faltaba la gran batalla naval de Lepanto en el Mar Mediterráneo el 7 octubre1571 que cobró más de 200 galeras de cada bando y que enfrentó a la Santa Liga bajo el mando de Juan de Austria hijo de Carlos V a las naves musulmanas de Ali Pacha. La victoria europea acabó con el expansionismo otomano y sus corsarios del Mediterráneo occidental.

En los siglos XVIII y XIX Polonia, como mancomunidad, sufrió influencias extranjeras y como reino desapareció en 1795 repartida entre Austria, Prusia y Rusia. Los polacos trataron de recuperar su independencia con frecuentes levantamientos, pero no fue sino hasta 1918 que en el Tratado de Versalles se le restauró como República.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Polonia reaparece como una República Democrática Popular y es parte del bloque soviético con gobiernos de dictadura comunista encabezados Wojciech Jaruzelski, Alexander Dubcek y Gustáv Husák.

La constante oposición del pueblo polaco al sistema socialista-marxista se consolidó en la alianza de sindicatos Solidaridad fundada por Lech Walesa, obrero electricista de los astilleros de Gdansk que repudiaron el régimen comunista de la URSS. La visita a Polonia de Juan Pablo II en 1979 fue fundamental para este paso de defensa de las democracias contra el comunismo soviético, que se desplomaría en noviembre 1989 con la caída del Muro de Berlín.

En esos años, en México, Jerzy Skoryna daba el constante testimonio anticomunista con su ampliamente difundido Boletín “Arca”.

Actualmente, Polonia es miembro de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y apoya a Ucrania en su guerra contra Rusia. Con esta finalidad, Emmanuel Macron de Francia, Olaf Scholz de Alemania y Andrzej Duda de Polonia se reunieron el pasado lunes 12 de junio para acordar, antes de la reunión cumbre de la OTAN en julio, el apoyo a la contraofensiva ucraniana y acordar garantías de seguridad. Se confirma su intención de enviar armas, parque y unidades blindadas a la batalla calculada en semanas o aun meses. Se consideran ayudas humanitarias en particular después del ataque a la presa Kajovka en el sureste de Ucrania.

Se espera que dicha contraofensiva sea exitosa para iniciar la fase de negociaciones con Rusia. La invasión lleva 16 meses y ha cobrado cientos de miles de vidas, millones de heridos y miles de refugiados. Las “garantías de seguridad” evitarían que Rusia no reinicie ataques después de concertar una paz.

El presidente Volodimir Zelenski espera una invitación clara a ser miembro de la OTAN. Estos puntos estarán agendados en las conversaciones entre los líderes de la OTAN en Vilnius, Lituania, en julio.

Los flagrantes acontecimientos del momento involucran, una vez más, a Polonia en los conflictos de su inestable región, esta vez no para defender su propia independencia, sino la de su vecino cuya suerte arrastra la de toda la comunidad y cultura occidental.

En México, un insensible presidente López Obrador, se obstina en mantenerse, no al margen del drama, sino peligrosamente simpatizante de Putin.

La compleja historia que Polonia ha vivido en sus casi dos milenios de vida es lección para que nosotros, que compartimos convicciones de libertad, apreciemos la fragilidad de la independencia que siempre está a prueba.

 

La nación