Mujeres en puestos de decisión

Septiembre 2022

Noemí Berenice Luna Ayala

La Nación

Estoy convencida que en el ejercicio de la política está la más legítima forma de ayudar al prójimo y servir a la gente. Por eso, un día decidí formar parte de este sector, en donde las mujeres eran pocas y nuestra visión no estaba considerada en la toma de decisiones.

Me apasiona todo lo relacionado con la praxis de las relaciones de poder y para qué se usan. Claro, entendiendo el poder como medio de servir a la gente. Y más aún, porque siempre me guío por el pensamiento moral que expresó la primera titular de ONU Mujeres, la gran Michelle Bachelet: “si una mujer entra a la política, cambia la mujer; si muchas mujeres entran a la política, cambia la política”.

Y justo eso quiero hacer: una diferencia desde los puestos de decisión que hoy me honro en presidir. Asumo con gran responsabilidad y con mi visión de mujer las actuales encomiendas de Legisladora Federal por Zacatecas, Vicecoordinadora de Transparencia y Acceso a la Información del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional y Vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para el Segundo Año de la LXV Legislatura 2022-2023.

Mi deseo es transformar al mundo y construir un futuro confiable para México, regido por la democracia, en donde las mujeres seamos protagonistas en igualdad con los hombres, en el que la seguridad y las oportunidades de desarrollo sean la constante, en donde se respete la vida, la dignidad humana y la familia como centro de las decisiones.

Mi primera infancia la viví en Tepechitlán, Zacatecas, de donde soy originaria. Ahí mi familia me educó en los valores humanistas y mis ideologías me llevaron a estudiar la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública. En ese entonces fue cuando me fijé la meta de ser Diputada, porque me imaginaba en un lugar donde pudiera tomar decisiones en beneficio de las personas.

Por las coincidencias de pensamiento me afilié al PAN, en donde me formé políticamente. A los 26 años vi realizadas mis proyecciones, al ganar en el 2010 la Diputación local por el Blanquiazul. Por ese hecho quedé inscrita como la Legisladora de oposición más joven del Congreso del Estado. En esos tres años influí directamente en el marco legislativo de Zacatecas; siempre poniendo en la mira el buscar alternativas que beneficiaran por igual a todas y todos los ciudadanos.

La relación “edad-trayectoria” se inclinó a mi favor. Gracias a mi pronta participación en distintos sectores de la vida política y mi interacción con grandes figuras del Partido me perfilaron como una fuerte contendiente al puesto de Presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN. Elección interna en la que triunfé dos veces. Al ganar hice historia en el Partido por ser la primera mujer en el estado y de las primeras en el país en ocupar esa posición de dirigencia.

Aquí quiero destacar que la fuerza de las creencias personales impacta en el medio, en la medida en que encuentran aprobación en otras. El PAN tiene una doctrina muy sólida, en sus principios están las bases sobre las que se finca el proceder de sus militantes. Es un partido de centro-derecha proveniente de las ideas liberales de su fundador, Manuel Gómez Morin, y la integración del humanismo político solidario, postulado que comparte con el cristianismo.

En verdad soy afortunada en desenvolverme en un medio en el que mis creencias se ven justificadas, en el que tengo la libertad como eje primordial, lo que me permite ejercer el humanismo, anteponiendo a la persona y garantizando su dignidad y respeto. Para lograrlo, dejamos de lado las generalidades y reconocemos que es indispensable velar por los derechos de todo ser humano, indistintamente de su género, sexo o situación económica. Por eso, en este pensamiento todos los individuos tienen cabida.

Siempre me he pronunciado en favor de la familia, porque considero que es la primera institución a la que se tiene acceso y, por lo tanto, debe funcionar de forma armónica. Considerando que en la dinámica social se asocian y disocian la imposición de roles y la superación femenina, veo una realidad en la que se asume la esencia de los roles, pero no su obligatoriedad.

Comento lo anterior, porque creo que los roles sociales que se nos impusieron no emanan de la naturaleza de ser mujer. Hay que sentirnos orgullosas de ser femeninas y con esa esencia influir en los distintos ámbitos. Se trata de actuar con la individualidad de cada mujer. Nuestras decisiones deben ser respetadas.

Bajo esa premisa tomo mis decisiones, siempre basada en mi idea de hacer mi trabajo lo mejor posible y beneficiando a la gente.

No es fácil desarrollarse en un mundo dominado por hombres, en donde la misoginia prevalece y se imponen los roles de género. Las medidas afirmativas, como las cuotas de género, están cumpliendo su cometido y poco a poco las brechas van disminuyendo. Aunque todavía nos falta mucho por avanzar y por hacer en favor de la población femenina y su representatividad.

Por ahora, las mujeres en la política tenemos que romper los paradigmas y aplicar formas diferentes de hacer política, de ayudar a las personas y de conseguir resultados positivos para quienes nos han colocado en los puestos de decisión.

Confío en que el ingreso de las mujeres transformará la política y traerá beneficios a nuestro país en todos los ámbitos, porque las decisiones no se tomarán sólo desde la visión machista, que suele ser práctica y fría, sino que también influya el punto de vista femenino, que es cálido y observa situaciones más humanas. Dos posturas para una misma situación permitirán una solución más correcta y eficiente.

 

Noemí Berenice Luna Ayala es Vicepresidenta de la Cámara baja y Diputada Federal de Zacatecas por el PAN. Twitter: @NoemiLuna_Zac

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