México atraviesa por una etapa difícil

Julio 2023

María Elena Álvarez de Vicencio

La Nación

Las noticias de los últimos días nos hacen pensar que nuestro país atraviesa por momentos complicados. Los diarios nos informan que, en Chiapas, el obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas reclama un vacío de autoridad que permite haya muertes y los delincuentes queden impunes.

Además, las campañas de los candidatos se han adelantado a los tiempos reglamentarios y en 11 estados de la República se han registrado 720 espectaculares sobre campañas electorales, cuyo costo se calcula en 64.8 millones de pesos.

El dirigente de Morena, Mario Delgado, condenó el uso de espectaculares por parte de los aspirantes que se adelantaron a los procesos electorales y realizan una campaña tramposa, pero se dice que él mismo es el que más recursos ha gastado en 15 días de proselitismo.

Otro aspecto que actualmente preocupa se refiere a la saturación de las cárceles que han vuelto a alcanzar niveles de hace 10 años; no hay espacios suficientes y varios presos se ubican en la misma celda y comparten la cama. Esto no se debe sólo a que hayan aumentado los delitos, pareciera que ha habido deficiencias en el análisis de los delitos y que algunos no ameritarían prisión, sino otro tipo de castigo. También influye el rezago judicial de los expedientes. El Estado de México, Nayarit, Morelos y Durango tienen los primeros lugares en sobrecupo en sus centros penitenciarios.

El aumento de los delitos cometidos por los ciudadanos, en muchos casos, responde a la desintegración familiar o a la falta de la formación moral. La familia y la escuela tiene a su cargo la transmisión de los valores para guiar el comportamiento personal en la niñez y la juventud, si esto no se cumple, la sociedad se verá afectada por el comportamiento inadecuado de sus miembros en el resto de su vida.

El gobierno, las escuelas y los padres de familia habrán de considerar que la formación en valores desde la infancia es una tarea prioritaria, ya que de ella dependerá el comportamiento que los ciudadanos van a desarrollar durante toda su vida.

En la vida pública, el ejemplo de los gobernantes será una lección permanente para que todos los ciudadanos se conduzcan con apego a las leyes y a las normas de conducta de una sociedad que debería regirse por valores de solidaridad y respeto a los derechos de los demás.

El cumplimiento de las leyes es obligación de todos los ciudadanos y para que esto sea una realidad se requiere que la familia y la escuela trabajen para que, desde la niñez, se aprenda que el cumplimiento de las normas no es optativo y que hay que cumplirlas siempre.

“Lo que bien se aprende nunca se olvida”. Es en la familia donde se siembran los hábitos que habrán de durar toda la vida: el respeto a lo ajeno, el no mentir, el no abusar del más débil, el dar ayuda a quien lo requiere, el cumplir con los deberes personales, el ponerse metas y trabajar hasta alcanzarlas, son valores que se siembran en las primeras etapas de la vida, hay que cultivarlos durante la infancia y hacerlos forma de vida permanente en toda la existencia. Pero, nunca es tarde para aprender.

Hoy, México nos necesita con urgencia, hay que fortalecer nuestros valores para hacerlos prácticas de la vida diaria. Hay que trabajar para disminuir la desigualdad, no puede haber pocos que todo lo tienen y muchos que de todo carecen. Cada uno de nosotros puede poner algo de su parte, para ayudar a que esa meta de disminuir la desigualdad se cumpla.

 

La nación