Ha facilitado el empoderamiento político del crimen

Gobierno obradorista

Julio 2024

Gerardo de la Cruz Alegría

La Nación

En entrevista con La Nación, Jorge Lara, que en paz descanse –falleció el lunes 22 de julio-, destacado analista político y experto en temas de seguridad, ofreció una evaluación exhaustiva y contundente de la situación actual en México. “Lo que mal empieza, mal acaba”, inició el entrevistado al citar una frase que refleja la gestión gubernamental en materia de seguridad.

Criticó la ausencia de un diagnóstico adecuado y la implementación de soluciones inapropiadas, lo que ha resultado en una escalada de violencia y en niveles históricamente altos de inseguridad. Destacó que menos del 3 por ciento de los delitos llegan a ser conocidos en instancias judiciales, señal de un sistema colapsado en todos los tramos: prevención, investigación y judicialización.

Refirió que la política de “abrazos, no balazos” del presidente López Obrador ha permitido a los grupos delictivos enseñorearse y apoderarse de porciones del territorio nacional. “En México hay grupos criminales más ricos que varios países”, apuntó, haciendo eco de las palabras del fiscal norteamericano Merrick Garland.

Jorge Lara advirtió que la impunidad y las fortunas criminales son una amenaza creciente para el Estado mexicano y que la política actual ha facilitado el empoderamiento político del crimen en diversas regiones del país.

Un punto clave de su análisis es la crítica a la militarización de la seguridad, un cambio de postura del presidente que califica como engañoso y contraproducente. Aseguró que la Guardia Nacional, en su estructura actual, no ha dado resultados satisfactorios ni en prevención ni en investigación de delitos. “La prevención no es patrullar superficialmente, sino investigar las redes criminales y utilizar inteligencia proactiva".

El director del área Jurídica de la Fundación Miguel Estrada Iturbide instó a que los meses de transición se utilicen para desarrollar un buen diagnóstico y plantear soluciones adecuadas y urgentes. Subrayó que la próxima administración debe reflexionar sobre los fracasos actuales y evitar repetir los mismos errores.

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Asimismo, señaló que la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional es una solución ineficaz, ya que consideró que la vocación militar no se traduce automáticamente en competencias policíacas.

En ese sentido, enfatizó las diferencias fundamentales entre las funciones y la preparación de los militares y los policías. “Un soldado está preparado para obedecer órdenes de manera taxativa, mientras que un policía debe tomar decisiones críticas en el momento, actuar con astucia y no descartar líneas de investigación”. Explicó que esta diferencia estructural es una de las razones por las cuales la militarización de la seguridad es inadecuada y contraproducente.

Jorge Lara también advirtió sobre las implicaciones de normalizar la militarización en las funciones civiles, ya que, dijo, podría llevar a una situación de estado de sitio permanente. “Esto implicaría una inhibición total de la vida común del ciudadano, recortando sus libertades y derechos”. Según el especialista esta estrategia refleja una mentalidad autoritaria y una falsa creencia en la disciplina militar como solución a la corrupción y la ineficacia.

Con respecto al impacto de la reforma al Poder Judicial que combinada con la militarización podría consolidar un control total de la seguridad y socavar a las instituciones autónomas que son fundamentales para la democracia, como el INAI, el INE y la SCJN, Jorge Lara subrayó la importancia de la rendición de cuentas y la transparencia como pilares de una sociedad democrática.

En ese sentido, criticó al gobierno actual por su ofensiva contra estos principios, utilizando estrategias como las conferencias matutinas para desviar la atención y minimizar la rendición de cuentas. “La puntilla sería la aprobación de iniciativas que van en sentido contrario a las prácticas democráticas, debilitando las entidades de fiscalización y control”, advirtió.

Además, expresó una profunda preocupación por la potencial aniquilación del concepto de ciudadanía. “El ciudadano es aquella persona informada, con acceso a datos, que puede formar su opinión de manera crítica y plural”. La búsqueda de unanimidad y la eliminación de la crítica representan, continuó, no sólo la destrucción de la democracia, sino también la conversión de los ciudadanos en una masa de población sin criterio, fácilmente dominable.

En este contexto, destacó la importancia del papel del PAN como oposición. “Debemos estar más firmes, seguros y resistentes que nunca. Reconozco los sentimientos de desgano tras los resultados electorales, pero invito a todos a la acción y a la firmeza en la defensa de los valores democráticos”.

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