Otro peligro real para México

Dinastía López

Octubre 2024

Andrés Castro Cid

La Nación

“Las historias que se recrean en Dinastías están tejidas a lo largo de esos años de transitar por las amplias avenidas de la vida pública, pero también de entrar en las estrechas y malolientes cañerías del poder de una clase política que terminó haciendo pactos inconfesables con los intereses (…)”, describe Ramón Alberto Garza, destacado periodista con una larga carrera en el mundo de la información, en su libro Dinastías, dos familias, una nación. Los Echeverría y los Salinas, los clanes que se disputan el control de México de Editorial Planeta.

La detallada descripción que hace cobra una gran importancia ahora en México ya que, de manera no tan discreta, se comienza a asomar otro peligro en el país: el surgimiento o la reinvención de estas dinastías priistas de la década de los años 70 y 80´s, primeros años de los 90´s, con personas dedicadas a ejercer la política, gente en torno a un líder perteneciente a un partido político con ambiciones sin límite y en este momento, en el 2024, reaparecen en torno a la figura de López Obrador.

En su libro, Alberto Garza describe cómo en más de seis décadas se consolidaron dos dinastías: los Echeverría y los Salinas que, con sus disputas políticas y personales, definieron, moldearon y trastocaron nuestro futuro como nación. Ahora, el ex presidente de México, López Obrador, con esa personalidad vengativa y ambiciosa, intoxicado por mantener el poder absoluto, planeó y ejecutó el incrustar a uno de sus hijos, al que llaman Andy, como secretario de Organización de Morena.

“Con este nombramiento, Andrés López Beltrán tendrá el manejo de la estructura de Morena, el padrón de electores, comités en los estados y la designación de los candidatos, con este poder dentro del partido lo que se incuba no es el relevo de un gobierno, sino de la gerencia de la empresa llamada México, dirigida ad infinitum por Andrés Manuel López Obrador”, aseguró el periodista Carlos Loret en El Universal el 23 de septiembre de 2024.

“La metáfora y a la vez anécdota, la vimos en el último Grito de Independencia, cuando tañó la campana de Dolores en 60 ocasiones y no quería terminar las arengas, y días antes, en una mañanera donde al final forcejeó con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, que le decía que ya había terminado y sutilmente lo jalaba, sin que él quisiera dejar de hablar. La forma en él ha sido destino el fondo un puente”, describe el periodista más atacado por el ex presidente López Obrador.

Lo que aún no se ha dimensionado en su totalidad por la clase política es que el nombramiento de Andrés López Beltrán no es una decisión al azar, “ya que Andy es el discreto operador político de la familia presidencial”, señaló en una nota Zedryk Razie de El País el 9 de septiembre 2024.

Retomando el análisis de Carlos Loret de Mola en su columna del 24 de septiembre: “Andy ha sido operador político de su papa desde hace años. Fue su emisario con empresarios del más alto nivel, con políticos poderosos y hasta con representantes de gobiernos extranjeros. Colocó a sus piezas en el gabinete: Dagnino en el SAT, De Botton en Hacienda, Alipi en el IMSS. E hizo muchos negocios a través de sus amigos de toda la vida. PRIMERO CLAUDIA, ÉL DESPUÉS, es lo que repiten como mantra”.

Es de destacar que Templo Mayor de Reforma, el 23 de septiembre, describe la evidente influencia de López Beltrán, quien será uno de los principales factores de poder en el próximo gobierno. “Y si no lo creen, nomás vean cómo opacó el nombramiento de su ´jefa´, Luisa Alcalde, robándole los reflectores”.

Además, López Obrador, de acuerdo con diversos análisis y opiniones, antes de simular dejar la presidencia, porque hasta hoy, 7 de octubre, opera desde la Ciudad de México, trabajó en la consolidación de su dinastía sin recato alguno.

En sus giras, como presidente en funciones, de acuerdo al periodista de Latinus, se encargó de que Claudia Sheinbaum fuera testigo de primera fila para que viera cómo lo aplaudían, cómo le gritaban que no se fuera.

Además, le impuso a más de la mitad del gabinete, describe Loret de Mola en la misma columna de El Universal: “En la Secretaría de la Función Pública, que se encarga de revisar los temas de corrupción dentro del gobierno, quedó una incondicional del presidente, Raquel Buenrostro. En Educación Pública, otra secretaría política, le colocó contra sus deseos a Mario Delgado. López Obrador dejó a Zoé Robledo al frente del Seguro Social y le impuso a otro enemigo político de Sheinbaum, Martí Batres, en el ISSSTE”.

Loret de Mola restriega con la crudeza que expone la dura realidad: “La candidata presidencial que obtuvo el mayor número de votos en la historia desde que hay elecciones libres y competidas, será la presidenta más débil que asuma el cargo”. La razón es obvia: Andrés Manuel López Obrador no quiere irse. Dejará la presidencia, pero está tan aferrado al poder, López Obrador quiere seguir restregándole quién es él.

¿Quién es en realidad López Obrador? “AMLO es un hombre muy resentido por ser ignorante”, afirmó el colaborador de Reforma, Paco Calderón, aunque también hay quien opina, como Viridiana Ríos, que “no es el odio el que mueve el voto hacia Morena, es el optimismo”.

La nación