Disminuye sobrevida de los pacientes
Desaparición Normas Oficiales Mexicanas
Junio 2023
Andrés Castro Cid
En el Suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad 2023, publicado en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Economía dio cuenta de que este año trabajará en la cancelación de 35 normas oficiales en materia de Salud Pública, las cuales tienen que ver con prevención y diagnóstico del cáncer de mama, lactancia materna, tratamiento integral de sobrepeso y control de diabetes mellitus, entre otras.
Para entender el impacto de esta decisión sobre la salud de los mexicanos, la revista La Nación conversó con el médico y diputado federal de Acción Nacional, Éctor Jaime Ramírez Barba, quien en primer lugar explicó qué es una Norma Oficial Mexicana.
“A partir del Tratado de Libre Comercio, en aquel entonces, para poder establecer la calidad, ser competitivos en los bienes y servicios, se establecieron estándares de promoción de bienes y servicios. En el caso de la salud es un servicio, se tienen bienes y también productos, de forma tal que para comparar el mismo producto con Canadá o con Estados Unidos se establecieron las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), que son obligatorias, tanto para el gobierno, como para los privados”.
Precisó que en el caso de la salud, de manera específica, estas normas empezaron a partir del Tratado de Libre Comercio y lo reguló la Ley Federal de Metrología y Normalización, así se llamaba en los años 90´s.
Hace tres años, continuó, el presidente López Obrador firmó una actualización de este tratado en el T-MEC, en donde se exige una armonización entre los bienes y productos de Estados Unidos y Canadá, así como con otros países con los que se tienen tratados internacionales.
Ahora, con la Ley de Infraestructura de Calidad nuestro país debe ser muy competitivo en la economía a través del mecanismo de la calidad de los bienes, productos y servicios que tiene una Norma Oficial Mexicana (NOM).
“En el caso de la salud, las NOM que propuso eliminar el presidente López Obrador, a través de su comisionado de regulación, Hugo López-Gatell, son las más comunes y que abarcan a más mexicanos. Por ejemplo, la norma de la diabetes mellitus o la hipertensión arterial, y si se suma a estas enfermedades las crónico-degenerativas que, por ejemplo, más de la mitad de los adultos hoy tenemos sobrepeso y obesidad, además, los adictos al tabaco, al alcohol o a otras drogas ilegales, si le sumas los cánceres, los que matan a más mujeres y hombres en México, como el cáncer de próstata en los varones o el cáncer de mama o el cáncer cervicouterino en la mujer, el presidente quiere quitar esas NOM en enfermedades cuyo procedimiento está realizado por expertos para que den el mejor resultado y con calidad”.
Explicó que para aprobar, por ejemplo, la norma para el cáncer de mama se trabajó durante un año aproximadamente, se presentó el estudio ante el subsecretario de su momento, se puso a consideración de la Comisión Nacional y quedó aprobada la norma con transparencia, porque participó el sector público, el privado y el sector social, todos los expertos de las áreas y entró en vigencia a partir del 2011.
El legislador federal de Acción Nacional resaltó que con ese tipo de tratamiento y de rutas para atender a una paciente con cáncer de mama se lograron avances importantes, como es el que se identificara el padecimiento más temprano, que más mujeres se hicieran mastografías porque, con base en esa norma, el gobierno compró más equipos, capacitó a radiólogos para que fueran más eficientes en determinar este tipo de patologías.
Ramírez Barba explicó que las normas se revisan cada cinco años porque puede haber un nuevo tratamiento, manejo, medicamento, un mecanismo genético diferente, un método-diagnóstico para detectar el padecimiento más temprano.
Ahora, dijo, la norma de cáncer de mama la quieren desaparecer sin que haya desaparecido el problema, este cáncer es la primera causa de muerte en mujeres. Insistió que se quiere desaparecer la norma sin que se haya hecho la revisión sistemática de los avances logrados, en vez de actualizarla y de proponer a los expertos para saber si se hace bien o no. No hay razón para que se quiera desaparecer esta norma, como en las otras que desean eliminar.
Al abordar el impacto que tendrá dicha decisión en la salud de los millones de mexicanos, Ramírez Barba comentó que el primer impacto tiene que ver con la vida de las personas. “El quitar las NOM haría que cada profesional o técnico de la salud maneje las enfermedades como a él mejor le parezca”.
Obviamente, precisó, una persona, por muy brillante que sea, no es experto en todas las áreas, el que es experto en quimioterapia no es experto en cirugía; el que es experto en cirugía no sabe de los cálculos de los aceleradores lineales, por ejemplo; entonces, cuando se deja la visión a una sola persona que, por más conocimiento que tenga, dado los avances de la ciencia, es que la decisión de López Gatell es demasiado limitada y va a provocar que el tratamiento o el diagnóstico, o la sobrevida de los pacientes sea mucho menor.
“Quitar la norma significa más sufrimiento y dolor en el caso de la salud, con mucho daño en la economía de las familias, de la sociedad y en la esperanza futura en los miembros de la familia”.
El legislador federal agregó que el otro daño que surge con esta decisión es el económico, pues cuando el gobierno no esté obligado a comprar los dispositivos médicos, los mejores medicamentos, con los mejores estándares de calidad, cuando no esté obligado a formar y a actualizar a los profesionales de la salud para que den el mejor tratamiento, con ese austericidio va a causar tantas muertes como en el manejo criminal de la pandemia, en donde el exceso de mortalidad fue debido a la falta de recursos del gobierno.
Otro efecto en la salud y en la economía, resaltó el panista, tiene que ver con la certidumbre jurídica, en la cual, al quitar las normas, el gobierno se desentiende de esas obligaciones que tendría que ver y atender para, en todo caso, contestar al ciudadano que, en el ámbito de su derecho a la salud, podría culpar, denunciar y el gobierno tendría que decir que lo estaba haciendo bien.
Tras solicitar su opinión sobre las NOM que desea eliminar y que más afectarían a la población, el diputado por Guanajuato consideró que todas causan riesgo, pero las que afectarían a más mexicanos, por la cantidad de personas enfermas, son las de diabetes, de hipertensión arterial, sobrepeso, obesidad, adicciones, de atención médica a niños y adolescentes, de cáncer de mama, cáncer de próstata y cáncer cervicouterino.
Cuestionado sobre si esta decisión de tratar de eliminar algunas NOM implica el inicio del colapso en el sistema de salud en el país, el político panista respondió: “No, no está a punto de colapsar, no quiero imaginar ni siquiera el dolor de una madre que se le murió un niño por no tener medicamentos para el cáncer infantil, cuando se habla de 750 mil muertos en exceso por la pandemia, es muchísimo; pero también hay que reconocer que el sector privado se ha fortalecido, no ha habido quejas contra el sector privado y su atención médica. La pena de todo esto es que los más pobres son los que han quedado más desamparados”.
Lo que se ha hecho, dijo, desde el primer día que se publicó esa intención es llamar a la acción. Acción Nacional escucha, informa a las asociaciones civiles, a las academias, a los colegios médicos que se han manifestado en contra de esta propuesta de cancelación, al igual que otras asociaciones de la organización civil que conocen de los temas.
Insistió que quedan 16 días para que el subsecretario Hugo López-Gatell no presente ninguna artimaña de cancelación de las leyes y con eso el suplemento quedaría sin efecto en lo que él no presenta.
Resaltó que los esfuerzos del Partido Acción Nacional los han encabezado de manera muy valiente, sin duda, el Presidente Nacional, Marko Cortés Mendoza, de manera muy formal el coordinador de diputados locales, Enrique Vargas, y la secretaria general y diputada federal, Cecilia Patrón Laviada. Además del coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Jorge Romero Herrera, en la Cámara de Diputados, y Julen Rementería, el coordinador en la Cámara alta.