Editorial
Febrero 2015
Sergio Rodriguez
A punto de iniciar los procesos electorales para elegir 9 gubernaturas, 500 diputados federales, 1009 alcaldías y 639 diputados locales se presenta un malestar social generalizado, una desafección ciudadana a la política, a los partidos e inclusive hasta un desencanto de la democracia misma por su incapacidad de solucionar los problemas que más aquejan a las familias mexicanas. La falta de expectativas de mejorar el ingreso familiar, la inseguridad agravada por la impunidad y los actos de corrupción generalizada, que alcanzan hasta los más altos niveles de la administración pública federal, se acumulan para alimentar esta gran molestia nacional.
La forma de manifestar esta irritación en las elecciones del próximo 7 de junio será diversa. Algunos se retraerán a engrosar las filas del abstencionismo, mientras que otros promoverán el voto nulo como su grito de denuncia. En otro espectro del electorado, la desazón será caldo de cultivo para alimentar opciones populistas, nuevos partidos sin cargas negativas, fruto de su desconocimiento, o candidatos independientes que por primera vez podrán competir gracias a la pasada reforma electoral.
El gran reto de nuestro Partido será el presentarnos como la mejor opción para que su inconformidad se convierta en instrumento de mejora y de solución de los problemas que enfrentamos como nación.
El PAN es el partido comprometido con el combate absoluto a la corrupción, a la opacidad y a los privilegios; por eso, promueve una reforma constitucional paradigmática, la creación de un Sistema Nacional de Combate a la Corrupción.
El PAN es el partido comprometido con el aumento del ingreso real de las familias, promoviendo una política de estado para combatir la desigualdad, aumentar el salario mínimo de los trabajadores y revertir los efectos de la reforma fiscal aprobada por el PRI y por el PRD.
El PAN es el partido comprometido con el Estado de Derecho, el imperio de la ley y el combate a los privilegios y a la impunidad.
Estamos conscientes de la necesidad que tienen los ciudadanos de contar con un aliado que los defienda ante las amenazas y los yerros de los que llegaron al poder pregonando que sí sabían gobernar y que ahora, a nivel internacional, los critican porque no entienden siquiera que no entienden.
Estamos conscientes de la responsabilidad que conlleva ser la única fuerza política que puede enfrentar y ganarle al PRI en las 9 gubernaturas en disputa y en los 300 distritos de mayoría.
El duelo frontal será entre un PAN creciente contra un PRI en repliegue y este duelo continuará en el 2016, donde se diputarán 11 gubernaturas y el PAN continuará arrebatándole al PRI espacios para poder finalmente recuperar la Presidencia de la República en 2018, y seguir impulsando las políticas humanistas, liberales, democratizadoras y modernizadoras que nos inspiran.
Estemos a la altura de este reto y pongamos por encima de nuestras naturales diferencias el proyecto de una patria ordenada y generosa, y la posibilidad de una vida mejor y más digna para todos.
Gustavo Madero Muñoz
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional