La juventud, pesos y contrapesos

Mayo 2023

Déborah Martínez

La Nación

Como jóvenes, muchas veces, dentro de la política hemos escuchado a muchas personas platicarnos sobre esas luchas que hicieron posible la instauración de un sistema democrático en México. En esas pláticas también nos responsabilizan, junto con ellos, de seguir manteniendo este sistema que mucho ha costado a propios y extraños consolidarlo. Lo cierto es que pocos podemos imaginarnos esas luchas, podemos escucharlas, leerlas, documentarnos un poco, pero la realidad es que al no haberlo vivido poco podemos entender a flor de piel.

Ahora bien, aquellos hombres y mujeres que hoy toman decisiones en beneficio del Partido, es una generación que vivió el logro de triunfos históricos como gubernaturas importantes o la Presidencia de la República. A nosotros, como generación ya en calidad de ciudadanos, nos ha tocado vivir el perder la Presidencia de la República, gubernaturas, alcaldías y legislaturas con complicaciones en votaciones, es decir, en ambos casos hemos vivido victorias y derrotas electorales, pero no así la transformación de un sistema político, sino consecuencias de este.

Hoy, con un presidente de la República a muy poco de terminar su mandato, un presidente que no se ha cansado de demostrar el tirano que es, vivimos lo que puedo atreverme a calificar como la embestida más fuerte al sistema democrático de nuestro país, a través del intento de militarizar al país, polarizar, desaparecer organismos autónomos, lanzar mensajes en contra de dos poderes: el Legislativo con su oposición y el Judicial por las decisiones de este órgano colegiado, pegándole con descalificaciones a quien la preside.

Con esa carga histórica y esa responsabilidad adquirida al formar parte de Acción Nacional, como jóvenes, podemos contribuir al estar presentes en las calles para pedir el voto en favor de un proyecto democrático, como es el nuestro. Pedir el voto en favor de personas que abanderen los diferentes proyectos de libertad, justicia, democracia y paz social.

Tomemos, como decía nuestro fundador, las ideas y los valores del alma, que son nuestras únicas armas y no tenemos otras, pero tampoco las hay mejores, y vayamos a comunicar, a convencer a las y los jóvenes que el camino hacia el bien común es azul y no guinda, color hoy políticamente conocido como el de la tiranía. Jóvenes, no tenemos nada que perder, salvo nuestro futuro.

 

Déborah Martínez es Secretaria Nacional de Acción Juvenil.

La nación