La paridad en las candidaturas para las gubernaturas

El Consejo General del INE en un esfuerzo más por alcanzar la muy postergada igualdad en la representación política, aprobó un acuerdo para que, en las candidaturas de las nueve elecciones para gobernador o gobernadora, sean cinco para mujeres.

Hace unos días, conmemoramos los 70 años del reconocimiento del derecho de las mujeres a votar y ser votadas. Siete décadas han pasado y, aunque es innegable que la realidad social, económica y política de las mujeres ha evolucionado, también es cierto que la igualdad sustantiva es un anhelo cuya concreción se sigue retrasando y se sigue negando a pagar la deuda histórica que contrajo con las mujeres.

La lucha por la igualdad tiene en México por lo menos 100 años, cuando se celebró el primer congreso de la Liga Panamericana de las Mujeres, que generó la primera petición concreta al Congreso de la Unión para legislar en materia de igualdad de derechos políticos para hombres y mujeres.

Treinta años tuvieron que transcurrir entre aquél primer reclamo y la promulgación del decreto de reformas constitucionales que reconocieron el derecho de las mujeres a votar y ser votadas.

En el paradigmático 17 de octubre de 1953 se publicó el decreto que permitió que, a cuenta gotas, resultaran electas las primeras diputadas y casi 10 años después las primeras senadoras.

Veintiséis años después resultó electa la primera gobernadora de un estado de la República, y con ese resultado, se rompió el techo de hierro que cerraba las gubernaturas a las mujeres y que, al día de hoy, todavía no alcanza condiciones de igualdad de acceso entre hombres y mujeres.

Por eso, aunque hoy hay más gobernadoras que nunca en la historia de México, el porcentaje de gobernadoras en funciones está lejos de alcanzar la igualdad.

Estamos obligados a celebrar este debate y estamos obligados a, entre todos, encontrar los mecanismos que faciliten que más mujeres accedan a las gubernaturas y puedan desempeñar el cargo con los niveles de excelencia que, por ejemplo, han alcanzado las gobernadoras Tere Jiménez y Maru Campos en sus estados.

Reconocer que aún falta camino por avanzar no significa que no debamos, también, reconocer los avances. Me honra formar parte de la Legislatura más paritaria de la Cámara de Diputados y agradezco la posibilidad de compartir funciones con 58 mujeres inteligentes, dedicadas y valientes en mi grupo parlamentario.

Cada día son más las mujeres que ocupan cargos directivos de primer nivel en la iniciativa privada y cada vez son más las que ocupan espacios de alta responsabilidad en el sector público.

En la herradura de la democracia, tenemos un ejemplo de la enorme riqueza que aporta la participación de las mujeres en la toma de decisiones.

Así que cualquier expresión que sugiera que en el Partido Acción Nacional estamos en contra de la aplicación del principio de paridad en las gubernaturas, es falsa y la desmiento enérgicamente.

Desde la aprobación de la reforma constitucional conocida como “paridad en todo” la postulación de candidaturas de manera paritaria para todos los cargos de los tres niveles de gobierno, es un hecho político consumado, irreversible y que no está sujeta a cuestionamiento alguno, y así lo asumimos y celebramos en Acción Nacional.

La dinámica institucional ha funcionado para que las decisiones se construyan con la intervención del Consejo General, de la Sala Superior del Tribunal Electoral, de los partidos políticos y de las mujeres que, como siempre, luchan por sus derechos y por hacerlos valer.

Cualquiera que sea la forma en que concluya el debate jurisdiccional, en las boletas electorales veremos reflejada la paridad en las gubernaturas que están en juego para que las y los ciudadanos decidan.

Humberto Aguilar Coronado “El Tigre” es Diputado Federal en la LXV Legislatura de la Cámara baja.