Las carencias del INSABI frente al Seguro Popular
Noviembre 2021
Juan Pablo Saavedra Olea
Las carencias de salud de México son manifiestas. El sistema de salud pública es incapaz de garantizar este derecho constitucional a la población y cubrir sus necesidades de forma expedita y de calidad, particularmente en aquellos que son los más débiles socialmente. Contrario a este ideal, el Gobierno federal destina menos recursos a ese rubro fundamental, lo que se traduce para la economía de las familias en la pérdida de su patrimonio en muchos de los casos.
Seguro Popular
El Seguro Popular logró durante su operación avances sustanciales en salud, pero la creación del INSABI, lejos de ayudar a una mejor cobertura, se ha alejado de la meta al destinar menos recursos para su operación.
El Seguro Popular estaba constituido por aportaciones de fideicomisos públicos y subsidios para la prestación de servicios bajo un modelo que contempló acciones en prevención de enfermedades y acceso a los servicios del Paquete Básico Garantizado de Salud, así como la ampliación progresiva de 27 acciones de salud pública, entre otras, una mejor nutrición para la población; la entrega de suplementos alimenticios a niños en primera infancia; mujeres embarazadas y en periodo de lactancia; salud mental; el autocuidado, y la prevención de padecimientos futuros como la obesidad y la diabetes.
También contemplaba acciones de gobierno en fomento productivo, generación de ingresos, acciones de bienestar económico, la inclusión financiera, laboral y la educación, lo que se reflejó en la salida de la pobreza para miles de mexicanos.
Hoy, el INSABI necesita una inversión cercana a los 302 mil 465 millones de pesos extras a su presupuesto operativo 2021, tan solo para cubrir sus metas y obligaciones de Ley en 2021; en el 2022 el presupuesto contiene más restricciones[1]:
- El seguro de salud para la familia tendrá una reducción de 679 millones de pesos, es decir, -50 por ciento menos en términos reales.
- Los subsidios por cáncer al ISSSTE contempla cero incrementos para 2022, manteniéndose en 168 millones de pesos.
- El seguro de enfermedad y maternidad tiene un incremento prácticamente nulo, de apenas 0.8 por ciento real.
- En el ramo de salud, el programa de fortalecimiento a la atención médica presenta una reducción real del -8.5 por ciento.
- El programa de prevención y control de sobrepeso presenta una reducción real del -0.4 por ciento.
El INSABI no cumple con lo que manda la Constitución: garantizar el acceso a una salud de calidad, ni con sus objetivos meta, mismos que en el modelo del Seguro Popular se cumplían de mucho mejor manera, a pesar de sus deficiencias operativas.
- El gasto por persona del Seguro Popular en 2019 fue de 710 pesos, en 2020 el gasto por persona del INSABI fue de 904 pesos, y en 2021 el gasto por persona del INSABI fue de 696 pesos.
- El presupuesto por persona de 2019 a 2020 incrementa 27 por ciento, no obstante, paradójicamente, creció la población que no tiene acceso a los servicios de salud y con ello un mayor número de mexicanos pobres.
- De 2020 a 2021, el presupuesto por persona del INSABI disminuyó -23 por ciento, la caída más grave desde 2008. Además, haciendo a un lado la crisis de 2020, el presupuesto por persona del INSABI en 2021 es menor al presupuesto por persona del Seguro Popular en 2019[2].
Sumado a lo anterior, el uso discrecional de los recursos ha generado incertidumbre, opacidad y discrecionalidad, por ejemplo, este año se destinaron 33 mil millones de pesos en atención a la pandemia por COVID-19, lo que contrajo considerablemente la atención de los usuarios del INSABI con padecimientos catastróficos. A esto debemos sumar que la población objetivo del INSABI es hoy ya cercana a los 68 millones de usuarios.
Además, vale la pena resaltar la desigualdad entre las asignaciones y la distinción de las y los ciudadanos en ciudadanos de primera y de segunda, porque mientras el gasto en el INSABI para 2021 es de 696 pesos dentro del sistema de salud, en PEMEX el monto es cercano a los 29 mil 803 pesos por usuario del sistema, lo que genera una enorme brecha de desigualdad.
El acceso a la salud es parte fundamental de la dignidad de la persona. Atendiendo a ese principio, la plataforma electoral federal del Partido Acción Nacional de 2021 contiene como primer eje temático propuestas concretas ante la emergencia nacional de salud, es decir, el rescate del sistema de salud y de la seguridad social.
En esta se contemplan acciones concretas, partiendo en primer lugar de la necesidad de la restitución del Seguro Popular como modelo único y universal de salud para los que no cuentan con ningún sistema de seguridad social. Los datos y los hechos hacen evidente que es el mejor modelo.
También se propone corregir la proporción del PIB respecto de los estándares de la OCDE en salud, medio indispensable para alcanzar el acceso universal, digno y de calidad establecido en garantía constitucional y propone a su vez como complemento indispensable el acceso a los medicamentos a la población, también como garantía. Así como la dignificación de los trabajadores del sector salud, entre varios otros.
En Acción Nacional debemos ser firmes en señalar que no hay mejor inversión social que la que se hace en las personas, particularmente en sus derechos fundamentales, como la salud, la alimentación, la seguridad y el trabajo. No existe mejor programa social que la implementación de acciones solidarias, que permitan a la sociedad abandonar la condición de pobreza.
[1] Con datos de análisis de la Fundación Rafael Preciado Hernández A.C. Rodríguez Guzmán, Salomón. 2021. Proyecto de Presupuesto dela Federación 2022 y sus observaciones críticas. Revista Bien Común. Año XXVIII. Número 318. Septiembre 2021. Pág. 16. http://frph.org.mx/bdigital/verpdf.php?cve=0318
[2] Rodríguez Guzmán, Salomón. 2021. En 2021, el INSABI tiene menor gasto por persona que el Seguro Popular en 2019. Ficha analítica No. 166 FRPH.