Las mujeres hacen historia con marcha multitudinaria
Marzo 2023
Laura Vega
La marea violeta cubrió este 8 de marzo, de manera histórica, Paseo de la Reforma, desde la Estela de Luz hasta el Zócalo. Fueron muchas las causas por las que marcharon, pero en una sola voz se unieron para pedirle al gobierno que paren los feminicidios y se castigue a los asesinos.
En un hecho histórico, que según datos del gobierno de la Ciudad de México alcanzó las 90 mil asistentes, las mujeres se reunieron ante la ola de feminicidios, 11 por día, que se han registrado desde que arrancó este sexenio, y que ya alcanzan las 17 mil 138 víctimas.
Ahí estaban la madre y el padre que perdieron a sus hijas, las hermanas, las nietas, las amigas de desaparecidas o asesinadas. También las que marchaban para denunciar a deudores alimentarios, la violencia vicaria, la estética, la simbólica, la migrante, la digital y el acoso del sistema de justicia que permanece inerte; las que pugnan por sus libertades, por la igualdad salarial, la independencia económica y las que pelean por lo que sus abuelas tuvieron que callar.
También aquellas mujeres que fueron violadas y violentadas pegaban en los postes, los árboles y los puestos de periódicos las fotos y nombres de los agresores. Ahí estaban las mujeres que han sido atacadas con ácido y pacientes con cáncer que les han reducido el presupuesto para su tratamiento oncológico.
El lugar más seguro para las mujeres estaba ahí, era el lugar perfecto para la expresión, para lanzar consignas contra la injusticia, la ineficiencia del gobierno, la inacción de las autoridades.
Mujeres jóvenes, maduras o adultas mayores, de todas las profesiones y oficios, doctoras, dentistas, artistas, pintoras, cantantes, actrices, políticas, servidoras públicas, periodistas, fotógrafas, chefs, empresarias, estudiantes, abuelas, jubiladas, amas de casa y niñas ondeaban banderas moradas. Todas estaban ahí, algunas alegres, otras enojadas, pero todas con una profunda rabia por quienes ya no están.
Las mujeres de Acción Nacional también se hicieron presentes, encabezadas por la secretaria general Cecilia Patrón Laviada y la secretaria de Promoción Política de la Mujer, Laura Esquivel. Tanto del Comité Ejecutivo Nacional como del PAN Ciudad de México, Querétaro, Michoacán y estados cercanos, convocados por Déborah Martínez, secretaria de Acción Juvenil, también acudieron a la marcha.
Conforme avanzaba la marea lentamente, pues durante nueve horas las mujeres tomaron las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, el ruido, los gritos, los tambores, los inciensos para limpiar el ambiente, las batucadas y las consignas se escuchaban con mayor fuerza.
“¡No fue suicidio, fue feminicidio!, ¡Mujer, escucha, esta es tu lucha!, ¡Mujer consciente se une al contingente!, ¡No se va a caer, lo vamos a tirar!, ¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente!, eran parte de los lemas.
Otra más a manera de himnos como la Canción Sin Miedo de Vivir Quintana y la de la Culpa No era Mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
Fueron 44 convocatorias de distintos puntos de Reforma, que estuvieron desde mediodía hasta la noche. Un grupo por la tarde fue recibido frente a Palacio Nacional con gas, incluso, la senadora Kenia López Rabadán denunció en redes sociales.
Ya para la noche todas llegaron a la Plaza de la Constitución, en donde organizaron fogatas gigantes, centros ceremoniales, cantos, bailes, se abrazaban, cantaban y golpeaban las vallas que el gobierno de López Obrador había colocado para proteger su Palacio. Tras muchas horas de estar juntas tomaron el metro y se fueron a sus casas. Pero el reclamo se escuchó, se hizo presente y dejó huella.
No era una sola causa, eran muchas, miles como ellas que marchaban, porque así es el feminismo un conjunto de causas, en donde las mujeres eligen la que más las representa. Por eso como diría Chimamanda Ngozi Adichie: todos deberíamos ser feministas.