Marcha en defensa de la democracia
Noviembre 2022
Andrés Castro Cid
A sus aproximadamente155 años, el anteriormente llamado Paseo de la Emperatriz o Paseo del Emperador, mejor conocido hoy día como Paseo de la Reforma, fue testigo y pasillo principal de la marcha histórica en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) el pasado 13 de noviembre, cuando miles de ciudadanas y ciudadanos, incluso, algunos provenientes de diferentes estados del país, se manifestaron en favor de una de las instituciones que han fortalecido la democracia en nuestro país.
Al día siguiente, las portadas de los diarios dieron fe de lo que había sucedido ese domingo 13, sus primeras planas mostraban fotografías de cómo la avenida más emblemática de la Ciudad de México fue tomada por la sociedad civil, la cual caminó en protesta ante lo que consideran la intentona de este gobierno para debilitar al Instituto Nacional Electoral.
Aproximadamente, 640 mil personas, cálculo hecho por el ex director del Cisen, Guillermo Valdés, marcharon en paz y formaron una enorme ola de color blanco y rosa; el contingente respondía a los dichos lanzados desde el Ejecutivo con pancartas, cartulinas, camisas con calcomanías y gritos que crecían con los megáfonos y bocinas que portaban algunas personas.
¿Qué fue lo que sucedió? Decenas de organizaciones anunciaron que marcharían a partir de las 10:30 de la mañana desde el Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución para escuchar a un único orador, al ex presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg. Desde las 8:30 de la mañana ya había presencia de personas adhiriéndose y organizándose a los alrededores de la icónica glorieta del Ángel de la Independencia, a pesar de haberse declarado una “contingencia ambiental” desde el Gobierno de la Ciudad de México.
La presencia de personas fue nutriéndose conforme avanzan los minutos. Ciclistas, motociclistas, corredores, parejas con sus mascotas, familias e, incluso, trabajadores del gobierno capitalino caminaban de un lado a otro, éstos últimos se acercaban a los asistentes para preguntar si venían de alguna organización.
- “Buenas tardes, ¿de qué organización vienen?, ¿quién es su líder?, para preguntarle algunas cosas”.
- “Soy un ciudadano que viene por convicción propia para manifestarme de forma libre a favor del INE”, respondían las y los ciudadanos.
Así transcurrieron los minutos hasta que, aproximadamente a las 9:00 de la mañana, el espacio de reunión de los militantes y simpatizantes de Acción Nacional se llenó; al tiempo de se vivía un ambiente de fiesta, con música y gritos de rechazo a la reforma política-electoral impulsada desde el Ejecutivo.
Eran cientos de panistas que llegaron como ciudadanos, sin ningún grito ni distintivo partidista, sólo había un objetivo en común: defender al INE ante el intento de López Obrador de debilitarlo y desmantelarlo.
A las 10:30 de la mañana comenzó la movilización, en el ambiente se escuchaba “ya comenzó la marcha”, pero el desplazamiento era muy lento. Era tal la cantidad de gente que no se avanzaba como todos esperaban, la marea de ciudadanos se movía lento. “Es que somos muchos” se escuchaba.
Cuando por fin se alineó y se integró la larga fila del PAN entre los asistentes, el líder nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, caminó al centro del bloque de ciudadanos junto con la secretaria general, Cecilia Patrón; el coordinador de los diputados federales de Acción Nacional, Jorge Romero; el coordinador del GPPAN en el Senado, Julen Rementería; el primer presidente de la alternancia, Vicente Fox Quesada, y el ciudadano y empresario, Gustavo de Hoyos Walter, quienes sostenían una gran manta con la leyenda #ElINENoSeToca.
Las fotos y videos de los drones de la avenida Reforma mostraban un gran mosaico de mantas multicolores, de cartulinas, playeras con calcomanías y gritos con mensajes como: “No nos hace gracia vivir sin democracia”; “Es un horror estar con Obrador”; “A eso vine, a defender al INE”; “Todos de la mano, el INE ciudadano”. Algunas consignas se escuchaban más fuerte como: “Yo defiendo al INE” y “Todos somos INE”.
Durante el recorrido a más de dos estatuas, de las 77 que bordean el Paseo de la Reforma, les colgaron carteles en las que se leía: “¿Reforma Electoral? ¡No! #ElINENoSeToca”, otra más que llamó la atención fue un hombre que mostraba una cartulina con el mensaje “Mexicano, no dejes que toquen al INE, te lo dice un venezolano”.
Pocos metros antes de llegar a la Glorieta de Cuauhtémoc, una persona con megáfono alertó de unos provocadores: ¡Compañeros, no caigamos en provocaciones!, aunque en realidad sólo era un grupo minúsculo con consignas en contra del INE y de su presidente consejero, mismas que quedaban ahogadas por la cantidad de manifestantes que coreaban “Yo defiendo al INE, el INE no se toca”.
Fue tal el número de asistentes inconformes por la amenaza de López Obrador que el Monumento a la Revolución no pudo dar cabida a los más de 600 mil mexicanos defensores del INE.