Menor pobreza con mayor subdesarrollo
Agosto 2023
Salomón Guzmán
Recientemente, el INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2022, la cual es difundida cada dos años. De acuerdo con los resultados de la encuesta, 5.1 millones de personas salieron de situación de pobreza, 5.5 millones de personas salieron de situación de pobreza moderada y 407 mil 105 personas pasaron a situación de pobreza extrema, además hay 5.2 millones de personas más con carencias sociales.
Del total de hogares cuyos integrantes sobrevivieron con menos de dos dólares al día en 2012, el 58 por ciento recibió algún apoyo de programas sociales; en 2018 el 62.7; en 2020 el 40.7 y en 2022 el 51.2 por ciento, con esto podemos observar que atender a las personas que sobreviven con menos de dos dólares al día dejó de ser prioridad para la administración actual.
De cada 100 personas que sobrevivieron con menos de dos dólares al día en 2012, en promedio, 60 recibieron alguna transferencia de programas sociales. En la administración actual, en promedio, 50 recibieron alguna transferencia de programas sociales, 10 personas menos. Con López Obrador, el dinero de los diferentes programas sociales universales, a través de las transferencias monetarias directas, se duplicó, pero está lejos de beneficiar a los hogares (pobres) con integrantes de bajos ingresos monetarios, es decir, las transferencias no se reparten de mejor forma a como se realizaba anteriormente en otras administraciones federales.
Por otra parte, si bien es cierto que la distribución del ingreso corriente de los hogares mejoró con relación a 2018 y 2020, gracias al incremento de los ingresos por trabajo, los hogares pobres no presentan cambios significativos en la distribución. Si se comparan los resultados de la distribución del ingreso de los hogares por deciles (el total de hogares se distribuye en 10 partes iguales) en 2018, el 10 por ciento de los hogares pobres concentró apenas el 1.56 por ciento del ingreso corriente total mientras que el 10 por ciento de los hogares más ricos concentró el 36.87 por ciento, lo cual significa que, por cada peso de ingreso de los hogares pobres, los hogares ricos tienen 23.6 pesos de ingreso.
En 2022, el 10 por ciento de los hogares pobres concentró apenas el 2.11 por ciento del ingreso corriente total, mientras que el 10 por ciento de los hogares más ricos concentró el 31.51, lo que significa que, por cada peso de ingreso de los hogares pobres, los hogares ricos tienen 15 pesos de ingreso.
Si se observa con detalle al comparar la distribución del ingreso de 2018 con la de 2022, el primer decil apenas mejoró en medio punto porcentual, es decir, 0.54 por ciento. Del decil 2 al 7, la distribución mejoró más que el primer decil. Por su parte, en el decil 10 (los hogares más ricos) se observa una disminución de poco más de cinco puntos porcentuales, es decir, 5.36 por ciento, aproximadamente.
En consecuencia, lo anterior permite afirmar que la mejora de la distribución del ingreso de 2018 a 2022 se debió a que los ingresos de los hogares más ricos disminuyeron significativamente. Si se toma por clases, la distribución de la clase baja mejora en 2.04 por ciento, la de la clase media en 2.84 y la clase alta presenta una disminución en la concentración del ingreso de 4.88 por ciento, aproximadamente. Es así que los menos beneficiados de la mejora en la distribución del ingreso fueron los hogares más pobres (decil 1) y los más perjudicados fueron los hogares más ricos.
Por otra parte, en 2018, 2020 y 2022, se les preguntó a los mexicanos si se encontraban afiliados al Seguro Popular o en su caso al INSABI. En 2018, el número de personas que dijeron no estar afiliados al Seguro Popular fue de 71.6 millones, lo que equivale al 57.90 por ciento de la población total en ese año. En 2020, el número de personas que dijeron no estar afiliadas al INSABI fue de 92.6 millones, lo que equivale al 73.1 por ciento de la población total. Por su parte, en 2022, el número de personas que dijeron no estar afiliadas al INSABI fue de 112 millones, lo que equivale al 86.8 por ciento de la población.
De 2018 a 2022, bajo el gobierno de López Obrador, dejaron de afiliarse 40.3 millones de mexicanos, lo que significa un grave retroceso en materia de desigualdad y la salud. De cada 100 mexicanos, 87 de ellos no cuenta con el INSABI actualmente, cuando en 2018 eran 58 mexicanos. Asimismo, se calcula que en 2018 de cada 100 personas que sobrevivían con menos de dos dólares al día, 20 de ellos no se encontraba afiliada al Seguro Popular, 46 en 2018 y 76 en 2022.