Mujer pionera en la política y la igualdad
Marzo 2022
Gerardo de la Cruz Alegría
“Al principio era convencer a las mujeres de que la política también podía ser para nosotras. Ese si fue un trabajo difícil, ir convenciendo de que la política era algo digno y que era indispensable que estuviéramos participando todos, sobre todo, todas”: María Elena Álvarez Bernal.
En marzo conmemoramos el Día de la Mujer en nuestra revista. En esta edición presentamos a algunas de las mujeres panistas que han marcado una gran relevancia dentro y fuera de Acción Nacional. Una de ellas es nuestra colaboradora, María Elena Álvarez de Vicencio, quien a lo largo de su vida ha contribuido a mejorar no sólo al Partido sino al país desde diferentes trincheras y con muchas propuestas y energía.
Con 91 años de vida la trayectoria política de doña Elenita inició desde los grupos de Acción Católica, en donde encontró a muchas mujeres decididas y dedicadas a realizar obras sociales.
“Ahí trabajé unos 10 años y el padre Pedro Velázquez me dijo: mira, tú ya le has dado mucho tiempo a las obras de la iglesia, yo creo que debes irte a la política. El PAN, que se acaba de formar, necesita gente que pueda trabajar para que México cambie”, comentó en entrevista para La Nación.
Agregó que posteriormente se ofreció como voluntaria al Partido, junto con su esposo don Abel Vicencio Tovar, quien siempre la apoyó e impulso para estudiar y participar en Acción Nacional.
Fue justo este momento donde inició su lucha para que las mujeres participaran en la política, ya que en esos tiempos se pensaba que la política solamente era para hombres. “Al principio era convencer a las mujeres de que la política también podía ser para nosotras, porque las mujeres consideraban por lo desprestigiado que estaba la política que las mujeres se contaminaban de todo lo negativo de la política y que no había para qué participar. Ese si fue un trabajo difícil, ir convenciendo de que la política era algo digno y que era indispensable que estuviéramos participando todos, sobre todo, todas”.
Debido a su gran convicción, doña Elenita pudo influir poco a poco en las mujeres de su entorno, “poco a poco se fueron convenciendo, no fue fácil porque había muchas resistencias, las mujeres eran muy cuidadosas de su personalidad femenina, de su imagen, de no salirse de la tradición de lo que debía hacer una mujer”.
Añadió que no solamente se luchaba contra la idea de que la política no era para mujeres, sino que, como en muchas épocas, era desprestigiada debido a los malos e irresponsables manejos. “Ese primer trabajo fue, precisamente, convencer que a la política la podíamos dignificar nosotras mismas y así fuimos logrando, poco a poco, con las principales dirigencias, primero de la Acción Católica, que secundaran este proyecto de integrarnos a la Acción Política; después fue relativamente fácil porque al ver que en cada estado la líder de la Acción Católica se pasaba a la política, al Partido, se entusiasmaban y empezaron a crecer más mujeres dentro de la política”, comentó.
Nuestra entrevistada relató que ella les decía a los diputados del PAN que llevaran a sus esposas a las reuniones de trabajo, quienes empezaron a participar en las actividades del Partido.
“Los diputados trabajaban por su lado y a las esposas las empezamos a convencer de que la política era algo digno y que tenían que ayudar a que todos en sus comunidades se interesaran por votar”.
Agregó que esta recomendación dio resultados y comenzaron a aumentar las votaciones, ya que antes solamente votaban los empleados del gobierno, ya que si no lo hacían eran castigados y perdían sus empleos. “El hecho de que las mujeres participaran como candidatas ayudó a que más y más se interesarán y que no necesariamente tenía que ser algo indigno”.
La ex diputada y senadora hizo hincapié en que hoy hay regiones en que las mujeres están concientizadas, pero sigue habiendo zonas donde las mujeres consideran que la política no es para su género.
“Una vez que empezaron a llegar panistas al gobierno empezaron a ver que el gobierno era un apostolado, incluso, los dirigentes de la iglesia les decían a los católicos: vayan a la política para que la política se dignifique, para que ustedes ayuden a hacer una política digna, honesta y de servicio. Creo que ese traspaso del apostolado religioso al político fue lo que engrandeció al Partido e hizo que ya se viera la política como algo digno”.
Otro de los problemas a los que se han enfrentado las mujeres para participar en la política es la falta de espacios. “Sí ha costado trabajo, ya no tanto porque la mujer quiera sino porque el hombre no quiere dejar lugares, pero creo que, poco a poco, la misma madurez de la mujer va demostrando sus grandes capacidades”.
Recordó que el año pasado el Partido premió a muchas mujeres, lo que fue un momento muy emotivo, ya que antes las mujeres no querían participar. “Esa transformación, en ese evento, fue muy satisfactoria para mí, incluso yo les dije que era muy positivo para el país ver esa organización, porque lo que antes costaba tanto trabajo, que una mujer se interesara en la política, ahora era más fácil. Las mujeres ya lo ven como un papel para ellas mismas y creo que va por buen camino”.
Doña Elenita subrayó que lo que hay que seguir cuidando es que haya siempre rectitud de intención para obtener un cargo de esos, honestidad para ejercer esos cargos y pensar siempre que la política es servicio, no servirse del poder.
Sobre su participación en el Instituto de la Mujer comentó que fue una oportunidad muy valiosa, ya que formó parte de la propuesta de la formación de dicho instituto para impulsar la posición de las mujeres. “Lo que hicimos fue darles a ellas herramientas, fortalezas, estrategias, para que se organizaran, no descuidar a la familia y al mismo tiempo convencieran a su esposo de que no lo viera como algo negativo”.
Asimismo, resaltó que la familia es la sociedad más importante para la humanidad, ya que es ahí donde nace la vida y donde se forman los valores, hábitos y costumbres.
“Yo quisiera que todas las mujeres seamos capaces de considerar que nuestra vida es un servicio, que el hecho de servir a nuestra familia es la mayor satisfacción personal y que la podemos servir sin renunciar a nuestras propias aptitudes y facultades; puedo tener la profesión de médico, de abogado y al mismo tiempo tener una familia, ahora hay muchos recursos para organizarnos,
podemos hacer que todas las familias no tengan desigualdades, que la mujer tenga igualdad de condiciones que los hombres”.
Doña Elenita señaló que México espera mucho de las mujeres, que en este momento hay muchas posibilidades de avanzar, pero también de retroceder, por lo que todas las mujeres deben poner de su parte, sin devaluarse, formando a las nuevas generaciones y juntos engrandecer al país”, concluyó.
“Cosas que los panistas debemos saber”
Serie de entrevistas de Cecilia Romero a:
María Elena Álvarez de Vicencio
14 marzo
¿Por qué el PAN?
21 marzo
Campañas
28 marzo
Elecciones
4 abril
Mujeres
“La tradición no es nada más la conservación de algo que se hereda, sino la capacidad de traducirlo para que pueda ser tradición otra vez en el futuro. Sólo fundan tradiciones los que, desde su propio ayer, son capaces de ver hacia adelante”.
Carlos Castillo Peraza, 1997.
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