Presupuesto Participativo
Una herramienta para la cristalización de la democracia y la participación ciudadana
Octubre 2023
Lorena Alfaro García
Por principio de cuentas, la gobernanza se refiere a todos los procesos, instituciones, procedimientos y prácticas gubernamentales que determinan y regulan los asuntos que afectan a la sociedad en su conjunto; así pues, la buena gobernanza añade una dimensión normativa y que evalúa al proceso de gobernar, y bajo esta premisa, se instaura un gobierno de proximidad que da paso a otro de los factores que han tomado relevancia en la sociedad: la participación ciudadana, cumpliendo así uno de los fundamentos de ésta, la de unir y coordinar a los actores de una comunidad para mantener el equilibrio entre gobernantes y ciudadanía.
El objetivo de la gobernanza es el cumplimiento de las demandas ciudadanas mediante la interacción de los actores que tienen los medios para lograrlos, a través de un proceso de análisis para ver cuáles de esas demandas pueden ser resueltas en el corto y mediano plazo, y, de acuerdo con diversos expertos, resulta en tres grandes pilares de la participación: a) Mayor intervención ciudadana, b) Formulación de mejores y más eficientes políticas públicas, y c) Mayor responsabilidad a los actores e instituciones involucradas.
Aunado a esto, la participación ciudadana significa también una forma de aportación directa y una mayor conciencia de los asuntos que se llevan a cabo en la administración de cualquier orden de gobierno. Actualmente, el interés de los ciudadanos por participar en los asuntos públicos se hace mayor y los gobiernos, por lo menos en el orden local, deben incluir estrategias innovadoras para integrar sus inquietudes con el quehacer de la esfera pública; hoy por hoy, las y los ciudadanos pueden participar en la toma de decisiones gubernamentales de diferentes formas, ya sea mediante algo simbólico o significativamente.
Teniendo presente lo anterior, una de las herramientas que conjuntan la democracia, la gobernanza y la participación ciudadana para obtener resultados más palpables, se cristaliza en el Presupuesto Participativo (PP). El PP es una de las herramientas de la participación ciudadana categorizada como moderna, que surgió desde la década de 1980, siendo una dinámica en la que los ciudadanos participan en la toma de decisiones sobre el consumo de una determinada parte de los recursos de cualquier orden gubernamental. En México, las primeras experiencias de la puesta en marcha de esta herramienta surgieron a finales de los años 90´s, específicamente en algunos municipios del estado de Nuevo León y, a partir de ahí, viendo la gran repercusión que podría llegar a tener se fue extendiendo a lo largo y ancho del país.
Así pues, el Presupuesto Participativo para el caso del orden municipal se convierte en una de las mejores opciones de participación, siendo un mecanismo mediante el cual las personas deciden a dónde van algunos o parte de los recursos públicos de su localidad enfocados a ese rubro y, por lo tanto, se considera una forma de democracia participativa en la administración pública. El Presupuesto Participativo se ha convertido, con bastante éxito, en una herramienta clave que conecta los conceptos de representación y participación, que son componentes fundamentales de las instituciones democráticas. Lo que se pretende a través de estas líneas es hacer referencia a la importancia de temas como éste para los gobiernos locales, sobre todo cuando recientemente fue presentado el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2024 y los recursos asignados a estados y municipios en muchas ocasiones resulta insuficiente.
Por ello, los gobiernos locales encontramos en el Presupuesto Participativo un medio para que la ciudadanía nos indique cuales son las obras y proyectos en los que deberíamos trabajar y atender algunas de sus necesidades. Los elementos que definen este medio, de manera general son:
- El PP es preciso para instaurar un gobierno democrático, que suscita el interés y la participación efectiva de la ciudadanía en los asuntos públicos, particularmente en la orientación de una parte del presupuesto municipal destinado a mejoras y al desarrollo local.
- Es una estrategia de democratización de las relaciones entre el gobierno y la ciudadanía, y forma parte del proceso de planeación participativa sobre el rumbo de la ciudad, así como de atención a las zonas históricamente excluidas de los servicios públicos.
- Es un mecanismo que ofrece condiciones básicas para el debate de la población y el gobierno local, sobre las prioridades del gasto público y las necesidades de la población, la transparencia sobre los recursos y el control ciudadano sobre el presupuesto, en el marco del Plan de Desarrollo Municipal.
- Es un instrumento metodológico de mediación, concertación y legitimación entre el gobierno local y la ciudadanía.
Sobre esta misma ruta, para lograr una mayor calidad de la democracia, es necesaria la interacción entre el gobierno y la sociedad, sobre todo en la que es por experiencia la unidad más cercana a la población, por lo que estas iniciativas son de suma relevancia; aunado a esto, los espacios de rendición de cuentas inherentes a los modelos representativos y la interfaz sociogubernamental también permiten a los ciudadanos convertirse en parte de la historia democrática de la comunidad política. Para las y los ciudadanos la democracia en la referida tercera dimensión ya no significa simplemente observar el desarrollo de la historia social como espectadores y emitir sus propios juicios al final de la proyección, sino más bien participar en la trama como protagonistas.
La democracia participativa fomenta ciudadanos más informados y comprometidos en los asuntos públicos de los temas relevantes de nuestra sociedad. Individuos que quieran, comprendan y sean capaces de participar en la toma de decisiones colectivas sobre temas que afectan sus vidas, sin limitar su esfera privada o sus intereses especiales.
Las y los presidentes municipales humanistas confiamos en que cuanto mayores son las necesidades sociales, mayores son las oportunidades e incentivos para desarrollar proyectos y participar en nuevas áreas de toma de decisiones de manera colectiva. Finalmente, quiero resaltar que el Presupuesto Participativo se basa en la participación de todos nuestros ciudadanos y se apoya en la creación de un futuro democrático participativo, basado en las oportunidades de los ciudadanos y su influencia en el país. La toma de decisiones públicas, la planificación y gestión territorial se llevan a cabo en el marco de la implementación de los derechos humanos reconocidos y no reconocidos dentro de las fronteras locales.
La elaboración de los proyectos presupuestarios en cualquier orden de gobierno representa una oportunidad para converger en las necesidades reales de la población, incluso en la escucha de proyectos alternos.
En Irapuato tenemos la convicción de que la mejor fórmula es que la gente participe en las decisiones de gobierno, y apostamos al Presupuesto Participativo como un instrumento que garantiza la participación ciudadana en la localidad y, a pesar de que pueda resultar en algo teórico, para quienes gobernamos a través del humanismo político y con una visión moderna y democrática, encontramos a este mecanismo como una oportunidad para subsanar algunas inquietudes y necesidades de nuestra población. Nosotros vamos a continuar trabajando por los gobiernos locales para construir un México fuerte.
Lorena Alfaro García es Presidenta Municipal de Irapuato, Guanajuato.
X: @LorenaAlfaroG