Representar los intereses de las nuevas generaciones
Noviembre 2024
Gerardo de la Cruz Alegría
En el marco del Foro América Libre, el diputado costarricense Carlos Felipe García Molina del Partido Unidad Social Cristiana compartió sus perspectivas sobre el papel de la juventud en el fortalecimiento de la democracia en América Latina. A sus 28 años, es el diputado más joven de Costa Rica y un representante de la nueva generación que, desde su visión humanista, busca construir una política que integre y represente los intereses de las nuevas generaciones.
Para García Molina, uno de los grandes retos de la juventud en la política es no esperar a que el país cambie, sino asumir la responsabilidad de construirlo. “Hoy, como juventud, tenemos un reto sumamente complejo. No debemos esperar a crecer en un país mejor, debemos construir el país en el que queremos vivir”. Esto significa, según el diputado, involucrarse activamente en el debate público, no sólo desde el ámbito político, sino también en temas económicos, sociales y culturales.
El diputado también señaló la importancia de espacios de diálogo como el Foro América Libre, ya que permiten el intercambio de experiencias entre jóvenes y líderes de distintos sectores. “Es un espacio fundamental que nos permite comprender los retos que enfrentamos como región y el primer paso para un cambio es fortalecer la democracia y la institucionalidad”. Para el legislador, el compromiso de su generación con la democracia y los derechos humanos es esencial para frenar el avance de tendencias populistas y autoritarias en la región.
Ante la pregunta de cómo la juventud puede contrarrestar el avance de la izquierda en América Latina, García Molina abogó por una política que sea más programática. “Nos corresponde desarrollar proyectos idealistas, que respondan a las prioridades de nuestra generación. Debemos demostrar que no somos personas anticuadas aferradas al statu quo, sino una generación que cree en la democracia, el diálogo y los derechos humanos”.
Finalmente, envió un mensaje a los jóvenes de Latinoamérica para que no se queden al margen y se involucren en la política: “la política nunca tiene sillas vacías, siempre habrá quien ocupe esos espacios. Si no son las mejores personas, entonces nos toca a nosotros ocuparlos y aportar. La peor lucha es la que no se da”.