Trabajar en una agenda donde prime la democracia en América Latina

En entrevista para La Nación, Manuela Guzmán, integrante de las nuevas generaciones del Partido Conservador de Colombia, analizó los desafíos que enfrenta la centro-derecha en América Latina ante la creciente influencia de la izquierda radical, en donde destacó la pérdida de espacios políticos y el cambio de las banderas ideológicas en la región.

La joven colombiana mostró su preocupación por cómo la izquierda radical ha adoptado las banderas de la igualdad y la lucha contra la corrupción, a pesar de que consideró que la izquierda es la principal promotora de la corrupción. Mencionó que su país ha experimentado el auge de la izquierda radical y cómo esto ha llevado a problemas de corrupción y autoritarismo.

Asimismo, señaló como tema crucial la falta de organización de la centro-derecha a lo largo de los años. “Los partidos de centro-derecha no han logrado consolidar una estructura discursiva unificada para enfrentar a la izquierda radical y su influencia en la juventud”. Sin embargo, la líder juvenil enfatizó que muchos jóvenes descubren los peligros del populismo y la izquierda radical una vez que se involucran más en la política.

En cuanto a las oportunidades para los jóvenes en Colombia, Manuela Guzmán mencionó que muchos de ellos están buscando oportunidades profesionales en el extranjero debido a la falta de confianza en el sistema político y la migración de la población venezolana. Demandó la creación de oportunidades, confianza en el Estado de Derecho y la democracia para retener a los jóvenes talentosos en el país.

“La gran apuesta es que los países empiecen a apostar por los jóvenes, que existan oportunidades para que puedan desarrollarse dentro de sus países”.

Con respecto a la controversia que ha rodeado al presidente Gustavo Petro y su gobierno -ha pasado por varios escándalos, incluido la prisión del hijo del presidente por cargos de compra de votos y la financiación de la campaña de Petro por parte del narcoterrorismo en Colombia-, consideró que es fundamental que los partidos de centro-derecha ejerzan un contrapeso efectivo para evitar reformas estructurales que podrían llevar al país hacia la tiranía.

“Somos un grupo de jóvenes líderes que están haciendo todo lo posible para que la agenda se convierta en una agenda donde prime la libertad, el orden, pero, sobre todo, ese espiritu de democracia que debemos seguir replicando en América Latina”.