Elecciones en Estados Unidos: Make America Great Again 2.0
Noviembre 2024
Jeraldine Pérez Mondragón
El pasado martes 5 de noviembre se celebraron las elecciones en Estados Unidos, una de las jornadas más esperadas en un año electoral 2024 marcado por más de 70 procesos en los que se definiría el rumbo de países tales como México, Venezuela y la Unión Europea.
Como sabemos las elecciones electorales en Estados Unidos son indirectas, son grupos de votantes los que eligen desde cada estado a los 538 votos electorales del Colegio Electoral, para ganar la elección hay que cruzar el umbral de los 270 votos. Donald Trump ganó las elecciones presidenciales con 312 votos electorales, ganó los seis estados bisagra que sin duda definirían el resultado (Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Georgia, Arizona y Carolina del Norte), pero no sólo eso, se llevó la mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, ocho de las once gubernaturas en juego y el voto popular, como decimos coloquialmente, se llevó carro completo.
Ahora vienen algunas fechas clave para que se complete el proceso, el 11 de diciembre los gobernadores designarán a los electores estatales que participarán el 17 de diciembre en el Consejo Electoral, con lo que se elegirá de manera oficial al próximo presidente de los Estados Unidos. El voto será enviado a Washington. El 6 de enero de 2025, el Congreso, integrado por la Cámara de Representantes y el Senado, sesionará de manera conjunta para recibir, recontar y certificar los votos electorales, esta sesión aún será presidida por Kamala Harris. Finalmente, el 20 de enero de 2025, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia en el Congreso.
Con todo el respaldo, Donald Trump ya puso sobre la mesa cual será la línea en su próximo gobierno y, por supuesto, que en México se han encendido las alarmas, no sólo porque compartimos una de las fronteras más grandes y dinámicas del mundo, sino porque tenemos un tratado de libre comercio y un fenómeno migratorio que ha ido incrementando en los últimos años con las caravanas migrantes. Con los nombramientos para integrar el próximo gobierno, el gobierno mexicano y otros de la región deben estar preocupados. En México, por ejemplo, el interlocutor del secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, será el actual senador por Florida, Marco Rubio, nombrado secretario de Estado, que es conocido por su postura antinmigrante y por sus declaraciones contra las dictaduras de la región y que además señaló más de una vez a López Obrador por su apoyo a Cuba y su silencio respecto a Nicaragua y Venezuela.
Robert Lighthizer, quien ya fue representante de Comercio de Estados Unidos, regresa a la misma posición, a Marcelo Ebrard le tocará revisar con él la actualización del TMEC y sortear el intento de aranceles, esta vez a cambio de migrantes y de otros factores probablemente de seguridad. En este punto entra en juego el próximo zar fronterizo, Thomas Homan, que ya ha anunciado la mayor de las deportaciones en la historia estadunidense. Para temas geopolíticos, tales como la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra en Gaza, Mike Waltz será el asesor de Seguridad Nacional, en palabras de Trump un experto en terrorismo global.
Durante los próximos cuatro años la relación bilateral entre México y Estados Unidos versará sobre la economía, ya que si se cumplen las amenazas arancelarias afectarán de manera significativa la economía mexicana. El TMEC tendrá que ser ratificado por los tres países y esto seguramente lo usará para negociar. Lo que nos lleva al siguiente tema, la migración, que recordemos, durante el primer periodo de Trump nos convirtió en tercer país seguro, con el programa “Quédate en México”.
La fórmula, según declaraciones de Trump, sigue siendo la misma, la imposición de aranceles para controlar estos flujos migratorios. Sin embargo, ahora en México hay una presidenta que al parecer no tiene mucho margen de maniobra, a pesar de mantenerse en el discurso de la soberanía, tendrá que poner especial énfasis en lo que estará planteando tanto en política interior como exterior, pues actualmente no hay un Estado de derecho y mucho menos un país con instituciones sólidas.
Uno de los temas que más ha preocupado en los últimos años a Estados Unidos es el tráfico ilegal de drogas que ha cobrado la vida de al menos 80 mil personas a causa del fentanilo y las declaraciones de que buscarán designar cárteles de la droga como grupos terroristas.
Finalmente, a nivel político, la coyuntura es completamente diferente a lo que vimos con López Obrador, pues independientemente de Claudia Sheinbaum, Donald Trump llega mucho más radical en su discurso, con propuestas mucho más concretas y sobre todo intentando posicionar nuevamente a Estados Unidos como el país más poderoso del mundo.