#LaNación4cero

Octubre 2024

Gerardo de la Cruz Alegría

La Nación

La tecnología no sólo ha transformado nuestra vida, la está redefiniendo a una velocidad que nunca imaginamos. Si eres millennial o de generaciones anteriores, en tu infancia no hubieras pensado en muchas de las innovaciones que vemos hoy, incluso, si lo llegaste a imaginar, ¿habrías creído que estarías viviéndolo ahora?

Películas como “2001: Odisea del Espacio” o “Volver al Futuro” nos asombraron con ideas como hablar con una máquina asistente o usar unos tenis que se amarran solos. Sin embargo, más allá de la ficción, los avances tecnológicos generan un impacto profundo en la sociedad que debemos analizar.

Desde siempre, la humanidad ha enfrentado retos para sobrevivir, mejorar su calidad de vida y transformar su entorno. Estos desafíos han sido superados mediante herramientas y técnicas, lo que llamamos tecnología. Desde la rueda hasta la inteligencia artificial hemos vivido cuatro revoluciones tecnológicas que han transformado radicalmente la sociedad.

La primera revolución llegó con la máquina de vapor y la energía hidráulica, impulsando la migración de las zonas rurales a las ciudades. La segunda, con la bombilla y el teléfono, revolucionó las comunicaciones y el transporte. La tercera, gracias a los semiconductores, las computadoras y el internet, inauguró la era de la globalización.

La cuarta, que vivimos ahora, está marcada por la inteligencia artificial, la robótica avanzada, el big data, la biotecnología y el internet de las cosas. Sus impactos sociales, desde la digitalización hasta la automatización, siguen desarrollándose, transformando trabajos y habilidades tecnológicas. Esta es la revolución que abordaremos en esta columna.

Hoy en día, nuestro comportamiento está íntimamente ligado a la tecnología. Cambiamos nuestros hábitos, nuestra forma de comunicarnos, trabajar, consumir, comprar, interactuar y aprender, todo influenciado por estos avances. No podemos ignorar la importancia de la tecnología en la política y el gobierno, debemos utilizarla para mejorar la sociedad en la que vivimos. Aunque los avances son impulsados principalmente por empresas comerciales, también ofrecen un camino hacia su adopción en el ámbito gubernamental.

Es innegable que implementar estas tecnologías es un reto considerable y en países como el nuestro puede sentirse como nadar contra corriente. Sin embargo, tarde o temprano, estos avances llegarán. Debemos estar preparados para recibirlos y, mejor aún, convertirnos en promotores y creadores de nuevas tecnologías.

México vive hoy un momento crucial en torno a los derechos humanos, la seguridad, la justicia y la democracia. Existe incertidumbre sobre el futuro del país en los próximos seis años, pero la tecnología no debe quedar relegada. Aún tenemos mucho por debatir e implementar. ¿Quiénes deben usar la inteligencia artificial?, ¿cómo y con qué propósitos?, ¿qué beneficios o riesgos puede traer a la justicia? Estas son sólo algunas de las preguntas que nos plantearemos en los próximos meses.

Un ejemplo es la alcaldía Benito Juárez, en donde se utiliza el reconocimiento facial para ingresar a clases de natación, o en Metepec, donde implementaron un sistema de gestión de relaciones con los ciudadanos a través de una línea telefónica, alcanzando un 90 por ciento de efectividad en la resolución de solicitudes. Estos gobiernos han demostrado que la tecnología puede mejorar los servicios públicos.

Pero el uso de la tecnología no debe estar limitado a un partido político. Recientemente, la nueva presidenta anunció que su gobierno impulsará las energías limpias. En la Ciudad de México, la jefa de Gobierno planea usar inteligencia artificial en los semáforos para mejorar el flujo vehicular.

Aunque del dicho al hecho hay mucho trecho, como vimos en el sexenio anterior, esperamos que estas iniciativas puedan materializarse y ejecutarse correctamente por el bien del país.

El nacimiento de La Nación 4 cero, como una columna dedicada a la tecnología y su impacto en la sociedad, refleja la importancia que Acción Nacional le otorga a la innovación tecnológica. Aunque no me asumo como un especialista en tecnología, lo que busco con esta columna es compartir reflexiones y abrir un espacio donde juntos podamos explorar y debatir sobre cómo estos avances están impactando en nuestra sociedad.

Por cierto, el logo de esta nota fue creado en cinco minutos utilizando inteligencia artificial, pero hablaremos de eso más adelante. Si llegaste hasta aquí, te invitamos a dejar tus comentarios en nuestras redes sociales para seguir conversando.

La nación