La división de poderes en nuestro país

Mayo 2024

María Elena Álvarez de Vicencio

La Nación

La división de poderes es un principio fundamental en la organización de un Estado; el origen de esa división se remonta a la antigua Grecia con el filósofo Aristóteles, quien habló de la constitución como una organización de poderes. Montesquieu, filósofo francés del siglo XVIII, argumentó que la libertad política en un Estado se logra a través de la separación de poderes.

La división de poderes es esencial para el funcionamiento de una democracia, pues con ella se asegura que el gobierno sea justo y equitativo, impide además la concentración del poder y protege las libertades y los derechos de los ciudadanos.

Esa división tiene además múltiples ventajas en el ejercicio cotidiano del poder y se garantiza con una sana y respetuosa división. Cuanto más eficaz sea la revisión y respeto entre un poder y otro, mejor será la vida política y económica del país y el respeto a los derechos humanos.

Una de las mayores riquezas para un país será contar con Poderes Legislativos y Judiciales fuertes e independientes, junto con organismos de las sociedades intermedias para contraponerse al excesivo poder presidencial y lograr una “patria ordenada y generosa”

La elección de los funcionarios que desempeñen las tareas gubernamentales es una de las acciones más difíciles. En los sistemas democráticos, como es el nuestro, todos los ciudadanos tenemos el derecho a elegirlos; lo ideal sería que esa elección se diera sólo con el propósito de elegir a las personas que garanticen un desempeño eficaz y un comportamiento honesto, pero en la práctica nos encontramos que a muchos de los gobernantes se les elige con el propósito de obtener beneficios personales o de grupo.

También se da el caso de que muchos ciudadanos no se interesen en la elección de sus gobernantes y que el voto lo ejerzan sólo quienes están interesados en asuntos personales ya sean económicos o políticos.

La tarea de formar la conciencia ciudadana desde la niñez y la juventud, debe ser tarea de las familias y de todos los maestros, para que ningún ciudadano se abstenga de participar con su voto en las elecciones y de acuerdo con su vocación, participar en las tareas de gobierno con la aceptación de cargos.

La participación de las mujeres ejerciendo cargos en la actividad política no era práctica común, pero actualmente, cada vez es mayor el número de ellas que se interesan en ejercerlos. En esta ocasión todo indica que tendremos a una mujer en la Presidencia de la República.

La igualdad de oportunidades para las mujeres cada vez es más amplia, sin embargo, todavía hay muchas que se encuentran en ambientes donde el papel de las mujeres sigue siendo de sometimiento Será tarea de los gobiernos y de las mujeres que llegan al poder, el trabajar para que todas las mujeres tengan las mismas oportunidades de capacitación y desarrollo que los varones. La división de poderes también ayuda en este propósito.

 

María Elena Álvarez de Vicencio es Directora del Centro de Estudios para la Mujer Blanca Magras si y Consejera Nacional del PAN.

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