Las fiestas patrias y la reforma judicial
Septiembre 2024
María Elena Álvarez de Vicencio María Elena Álvarez de Vicencio
Las fiestas patrias por el aniversario de nuestra independencia, se presentaron con una variedad de sucesos y acontecimientos, que en momentos nos hacían olvidar el motivo de la celebración.
La reforma Judicial que se implementó en esas fechas asignó tareas al Instituto Nacional Electoral, al Congreso y al Poder Judicial Federal, a través de artículos transitorios, que deben ser aplicados desde el primer día de su publicación. La suprema Corte, el Consejo de la Judicatura y el Tribunal Electoral tienen que iniciar, de inmediato, la extinción de once fideicomisos con casi 17 mil millones de pesos, que deben enviar a la Tesorería de la Federación.
La Judicatura, por su parte, tendrá que implementar un plan de trabajo para transferir sus recursos, personal e inmuebles, al Tribunal de Disciplina Judicial, órgano que lo reemplazará el 1 de septiembre de 2025.
Por su sola entrada en vigor, la reforma prolonga hasta agosto de 2027 el nombramiento de los cinco magistrados de la Sala Superior del TEPJF que deben salir en 2024 o 2025 y hasta agosto de 2025 los tres consejeros de la Judicatura que terminan en noviembre.
La reforma judicial preocupa a muchos, por las nuevas disposiciones en cuando a la elección popular de ministros jueces y magistrados, y la extinción de diferentes instituciones de procuración de justicia, pero aún en estos tiempos difíciles, la administración pública tiene sus fechas y sus plazos que deben cumplirse debidamente y por otra parte la vida comunitaria y personal también tiene sus requerimientos y exigencias que no debemos descuidar.
Y también tenemos fechas que no debemos olvidar. La noche del 15 de septiembre es una celebración que los mexicanos festejan en las plazas o en la casa con la familia y en ocasiones con algunos invitados. Adornar las fachadas con los tres colores y “dar el grito” además de ver en la televisión el grito presidencial, son acontecimientos que cada año las familias mexicanas esperan y disfrutan.
Conservar las tradiciones enriquece a los pueblos y a las familias, por eso es muy útil lograr que no se pierdan y cuidar que, en cada ocasión, las celebraciones sean motivo de no solo de alegría sino de tomar conciencia de que la fortaleza de la Patria depende de la fortaleza y la unidad de las familias.
Cada año hay que celebrar nuestras Fiestas Patrias con el propósito de cuidar que nuestro comportamiento como ciudadanos y el de nuestras familias, ayude al engrandecimiento de nuestra nación.