Los próximos retos, de frente al 2025

Diciembre 2024

ANAC

La Nación

Nos encontramos a pocos días de cerrar un año caracterizado por cambios importantes en todos los órdenes de gobierno y, si bien, nos habremos de enfrentar a la herencia de un sistema autoritario, la verdad es que la salida de Andrés Manuel López Obrador significa un respiro para las administraciones humanistas y, sin duda, una nueva oportunidad de mostrar el potencial de los gobiernos locales y crear conciencia en la población mexicana.

No obstante, el panorama por venir para México se vislumbra que estará plagado de retos significativos a superar, en donde los gobiernos humanistas deberemos prestar total atención, siempre y cuando contemos con una voluntad política constructiva de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para rescatar al país que nos dejó su antecesor.

En primer lugar, y como uno de los temas pendientes por el que hemos trabajado inalcanzablemente en los últimos años, es el referente a la seguridad pública, en donde de manera preocupante se observa la estrategia de Claudia Sheinbaum porque se ha planteado la idea de implementar en mayor escala las acciones que llevó a cabo durante su gobierno en la Ciudad de México, en donde es preciso subrayar que contó con la ayuda adicional del Gobierno federal a través de una fuerte canalización de recursos presupuestarios, apoyos tecnológicos y recursos humanos. Como ejemplo, vale la pena destacar que en la Ciudad de México se alcanzó un promedio de 3.9 policías por cada 1000 habitantes, cuando en el resto del país encontramos localidades con bajos promedios de 0.9 policías, dejando en evidencia las prioridades y el favoritismo hacia los gobiernos del partido oficialista.

Por otra parte, en materia económica, también nos habremos de encontrar con desafíos importantes, pues tan solo en el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2025, diversos expertos han señalado que se afectarán a sectores importantes como la educación, la salud, el medio ambiente y el propio Gasto Federalizado, con una propuesta de un gasto total de 9.3 billones de pesos, de los cuales más o menos el 80 por ciento ya está comprometido en el Gasto No Programable, en particular, pensiones y pago de la deuda, dejando sólo 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto para políticas públicas reales. Aunado a los anterior, se ha expresado preocupación por desestimar la evolución de la deuda pública, pues en las proyecciones del Gobierno federal no se considera la sostenibilidad fiscal, ni la equidad intergeneracional.

Por si fuera poco, los retos también se vinculan a temas como el del cambio climático y energías sustentables, en donde será sumamente imprescindible establecer las reglas del juego para convertirlo en un espacio atractivo de inversión y participación, donde, a diferencia del sexenio anterior, no se apueste todo al sector petrolero y se comiencen a cumplir los convenios internacionales.

En otro contexto, en lo concerniente al tema de migración, será un asunto de importancia mayúscula, considerando la tensión generada con Estados Unidos, sobre todo recordando que el periodo administrativo anterior se mantuvo una relación diplomática muy deficiente. Lo interesante en esta área será ver de qué forma afectará al país en términos económicos, en materia de seguridad pública y en el tránsito de personas por nuestro territorio. Los municipios fronterizos serán los primeros en experimentar los estragos de las decisiones que se tomen en esta materia.

Sobre esta línea, recalcamos la importancia de superar la etapa de centralismo que hemos experimentado los últimos seis años, sobre todo en materia de autonomía municipal, tema que desde los gobiernos humanistas hemos defendido de manera permanente, así como la delegación de potestades y el reconocimiento del trabajo colaborativo y no subordinado. Hace falta mucho trabajo sobre todo en materia de gestión y financiamiento local, para permitir a los municipios implementar políticas públicas beneficiosas, efectivas y de impacto permanente para las comunidades. El tamaño de este reto lo observaremos conforme se vayan dando las acciones de gobierno y las políticas públicas de la actual presidenta, y queden demostradas sus intenciones de ser diferente o de continuar con el legado obradorista.

Los temas que mencionamos de forma tan breve constituyen apenas los primeros desafíos a los que los gobiernos locales enfrentaremos día con día, pues somos nosotros los primeros respondientes ante las desigualdades sociales, los primeros prestadores de servicios, y las instancias más próximas para las solicitudes de nuestras comunidades. El año 2025 representa el primero de los pasos hacia el desmoronamiento del falso ideal que ha pretendido inculcar Morena en los últimos años, la popularidad que en algún momento alcanzó López Obrador es una meta muy difícil para su sucesora, y deja el espacio idóneo para que las y los mexicanos vuelvan a creer en las acciones municipales y, sobre todo, las acciones humanistas.

Desde los gobiernos locales vamos a continuar trabajando por el bien común de nuestras demarcaciones, demostrando que a pesar de las injusticias que podamos experimentar y el abandono de las autoridades de gobierno, el trabajo y los servicios de calidad que nos caracterizan, continuarán imprimiendo nuestro sello humanista.

La nación