El desafío de ser mujer en la política

Marzo 2022

Maricarmen Rizo

La Nación

“¿México está listo para una mujer Presidenta? Es una pregunta que me hicieron tantas veces que tomé años en darme cuenta que más que una interrogante era una descalificación”: @JosefinaVM

 

Ser mujer en la política es un enorme desafío, pero ser mujer en general es un desafío en un país como el nuestro, consideró la senadora panista Josefina Vázquez Mota, quien también celebró los avances en paridad, aunque, dijo, sigue siendo un ambiente adverso para las mujeres.

Entrevistada en su oficina, pulcramente cuidada, con diversas artesanías, libros y muñecas de Mafalda, indicó que se ha avanzado en las composiciones de los Congresos, gobiernos locales, municipales y estatales, sin embargo, “las mujeres caemos bien siempre y cuando no aspiremos a las posiciones donde realmente se toman las decisiones de poder, en cuanto se aspira a una posición donde se toman estas decisiones de poder ya no somos tan bienvenidas o tan bien vistas en todas las mesas o en todos los espacios de poder político”.

Vázquez Mota reconoció que se ha abierto una brecha muy importante, pero sigue siendo más difícil para una mujer estar en una boleta electoral, tener apoyos y acompañamientos de todo tipo, además de que se les hacen cuestionamientos que a un hombre jamás.

“Cuando se ve a una mujer en la política, no solamente se ve en ella su capacidad, su inteligencia, su trayectoria, su lucha, su esfuerzo, sus errores, sus aciertos, sino suele verse en ella su imagen, cómo viste, cuánto pesa, cómo se peina, es decir, cuestiones que jamás se ven en un hombre”.

Entonces, añadió, todavía tenemos un camino largo por andar, “tengo la confianza y el aliento de que, por supuesto lo lograremos, hoy por hoy ser mujer en la política sigue significando un reto grande y cuesta mucho más de lo que le cuesta a un hombre llegar a las posiciones de poder”.

Primera candidata albiazul a la Presidencia

Para Josefina, ha sido uno de los grandes orgullos en su vida, una de las mayores satisfacciones fue haber sido candidata presidencial del PAN, “siempre voy a recordar ese 5 de febrero cuando se ganó la elección interna de nuestro Partido, que fue una elección democrática, con reglas; voy a recordar esos debates que se hicieron, pero sobre todo quiero agradecer hoy en esta publicación de La Nación a todas y todos aquellos que creyeron en mi”.

Recordó que ella pedía el voto libre, el voto PAN y se logró que se ganara en gran cantidad de los estados de la República, “verme en esa boleta en un partido tan importante como el PAN, en un partido que estaba en ese momento en el gobierno significó muchas cosas: un gran orgullo, una enorme responsabilidad, un gran desafío”.

Ser candidata, dijo, le significó una motivación indescriptible y le daba un gran impulso el caminar por todo el país donde muchas niñas y jóvenes la identificaban y acompañaban.

Violencia política por cuestión de género

Josefina es una política con una amplia trayectoria, ha sido diputada, Secretaria de Desarrollo Social, Secretaria de Educación Pública, candidata a la Presidencia de la República, a gobernadora del Estado de México, es economista, conferencista, ha asesorado a diversos organismos empresariales, es una luchadora por los derechos de los migrantes, la infancia y derechos humanos, entre otras cosas.

Pero como una gran mayoría de mujeres también enfrentó violencia política, “durante toda mi campaña a la Presidencia y también hubo momentos en la precampaña interna donde sentía el rigor de ser mujer que no sintieron necesariamente los hombres en la interna y también en la contienda”.

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Vázquez Mota recordó que durante toda su campaña reiteradamente le preguntaron si México estaba preparado para una mujer presidenta, “entendí tardíamente que no era una pregunta, era una descalificación porque jamás escuché que se lo preguntaran a un hombre candidato”.

Además, añadió, vivimos en un país donde tenemos millones de jefas de familia que sacan adelante sus hogares, “donde no dudo incluso que quienes me hicieron esta pregunta, hombres o mujeres, podían ser hijos de una jefa de familia y sentirse muy honrados por ella. En un país donde muchas mujeres luchamos a brazo partido y hacemos muchas tareas al mismo tiempo y colaboramos de tantas formas, “así que yo diría que cuando se hagan estas preguntas, quienes estamos o quienes estén o vayan a estar en estas contiendas, no las acepten, acepten preguntas, pero no acepten descalificaciones, es un aprendizaje para todas y para todos”.

Nos compartió que, en su momento, lo enfrentó siguiendo adelante, demostrando que estaba en la boleta por talento, capacidad, no por ninguna concesión graciosa o por regalo.

En pro de las niñas y mujeres

La senadora reconoce que su legislatura ha sido muy combativa, particularmente el grupo parlamentario albiazul, que ha dado batallas históricas en favor de la paridad, desde el lenguaje inclusivo hasta por ejemplo para que no prescriba el crimen de violencia sexual, reconocimiento de derechos y otras grandes batallas históricas en favor de las niñas, niños y adolescentes.

Dios mío hazme viuda por favor

Título del libro que escribió hace más de 16 años y que trata sobre el desafío de ser tú misma, fue una gran experiencia que, nos compartió, a la fecha le deja gratas satisfacciones, ya que sigue siendo vigente.

Vázquez Mota recordó que en aquella época daba conferencias en el país y el extranjero, y estando en Colombia una editorialista le propuso escribir sobre la mujer; al principio se negó, ya que no se consideraba experta en la materia, sin embargo, ésta le insistió con el argumento de “eres mujer”, por lo que aceptó escribir el texto que se convirtió en un best seller.

Escribió sobre lo cotidiano, lo que viven algunas mujeres: angustias, sueños, la mujer víctima, la que pretende ser perfecta, la que espera toda su vida para realizar sus sueños, muchas historias que también construyó de personas cercanas.

“Cuando tenía que decidir el título del libro llegué a visitar a mi mamá y encontré a la viuda de un panista que yo quise muchísimo, don Luis Torres. Un matrimonio que había sido espléndido, pero recuerdo que vi a la señora Lily muy sonriente, contenta, y le dije señora Lily la veo muy bien, hace seis meses murió don Luis, qué bueno que la veo tan recuperada y me acuerdo perfecto que volteó y me dijo: es que José ya también, que bueno, Dios nos hace viudas en algún momento de nuestra vida”.

Y en ese momento, continuó, dije ese va a ser el título de mi libro, Dios mío hazme viuda por favor, que por cierto la casa editorial cuando lo envié quedó bastante horrorizada, para que veamos los desafíos que tenemos que enfrentar; echó mi título a la basura sin pedirme permiso, lo publicó con otro título, así mandó la primera edición.

Sin embargo, Josefina no se quedó de brazos cruzados y regresó los libros “y yo pagué la portada de mi libro y esa editorial, porque hay que decirlo, se salvó por ese libro, recuperó su mercado y se vendieron más de un millón de ejemplares, bajo el título Dios mío hazme viuda por favor”.

Disfrutar lo que se hace

“Me gustaría decirles que disfrutemos todo lo que hacemos, ya que de pronto la vida nos enfrenta con nuestras batallas, desafíos, que ocupan esfuerzo, talento, energía, renuncias, porque eso es la vida. Se van haciendo también elecciones libres, personalísimas, de grupo, de solidaridades, pero hay que aprender a disfrutar”.

Pero también, añadió, es muy importante aprender a pedir ayuda, “pedir ayuda no es un símbolo de debilidad, sino de fortaleza, nos enseña a aprender de manera extraordinaria de otras personas, tener una vida con más acompañamiento, y por qué no decirlo también, con mucha más capacidad de construir felicidad”.

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