COVID-19, sus efectos en la salud mental
Abril 2021
Andrés Castro Cid
A poco más de un año de haber sido golpeados por la pandemia causada por el COVID-19, en nuestro país han salido a la luz datos oficiales cuestionados por su veracidad como la información sobre muertes, contagios, capacidad hospitalaria y sobre la llegada de embarques con vacunas, sólo por mencionar algunos. Sin embargo, hay un dato importante que afecta de forma importante a los mexicanos y al cual no se le ha dado la importancia requerida: la salud mental.
Para abordar este importante tema, La Nación conversó con la doctora en Psicología, Marisela Alvarado Herrera, quien es maestra en Psicoanálisis con varias certificaciones como es la de prevención del suicidio en la Question, Persuade, Refer, Institute de Nueva York y es Líder de Bienestar y Consejería de la Región CDMX del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Ciudad de México.
En entrevista vía telefónica destacó que por el confinamiento, obligado por la pandemia, los síntomas más predominantes en las personas son la ansiedad generalizada y el miedo, sin embargo, la incertidumbre ha generado que incremente la ansiedad.
“En el tema de la ansiedad hay personas que presentan taquicardia, ataques de estrés, insomnio, comen demasiado o se les quita el hambre, y muchas veces no saben cómo procesar esas emociones en el cuerpo y lo que vemos es que las personas ya no lo pueden soportar, hay una sensación de fatiga excesiva por encierro. Entonces cuando las noticias no son tan alentadoras o todavía no hay respuestas que den certidumbre, esto provoca los estados de ansiedad.
La doctora en Psicoanálisis añadió que otra situación que ha afectado mucho a la población en este prolongado confinamiento es que no hay un horario delimitado para las actividades diarias en el hogar, la virtualidad pareciera que incrementa un “siempre estoy disponible” y esto es muy complicado porque no hay un corte de las actividades del trabajo o del hogar, y las opciones de diversión son muy limitadas.
“Por ejemplo, en el caso de los niños no hay parques, no se les puede llevar tan fácilmente a un cine, a un centro comercial, no pueden entrar a los supermercados, no hay posibilidad de sacarlos del ambiente de encierro e ir a otro lado, esto lo vuelve un poco complejo”.
Al abordar el tema de las personas que viven solas y en pequeños departamentos, indicó que sobre esto hay una estadística muy importante: la soledad ahora incrementó porque lo que pasaba a inicios del confinamiento es que había un furor de querer conectarse con los amigos, de querer hacer un Zoom para estar más unidos con la gente, hacer una conferencia con la familia, pero esto se desgastó y ahora lo que menos se desea es propiciar actividades en torno a una pantalla.
Aunado a ello, explicó la especialista, no sólo es el estado de ánimo alrededor del día a día en el que se está en una especie de duelo permanente de lo que se ha perdido, lo que llamábamos nuestra realidad, pero también están las pérdidas humanas, hay familias que han perdido dos o tres miembros de su familia y a veces en la misma semana, eso se vio en el primer brote de enero, en donde hubo familias que después de las fiestas perdieron a familiares, es un duelo que lleva su tiempo, que es complejo; además, sin los rituales de cremar, velatorio, panteón, todas estas cosas sirven un poco para acomodar el proceso de la pérdida de un ser querido y al no haber esto se crea una especie de vacío.
Cuestionada sobre los mensajes contrarios provenientes de las autoridades del gobierno, como la negativa de invitar a los mexicanos a usar el cubrebocas, mientras las autoridades internacionales dicen lo contrario, la maestra en Psicoanálisis aseguró que los dobles mensajes causan confusión en las personas porque no saben qué hacer.
Aseguró que si para una persona la fuente más confiable es el doctor del IMSS al que visita, a él le debe hacer caso, porque es la persona en la que cree; ya tenemos un año y me parece que sí hay un aprendizaje: hoy ya no podemos decir que el cubrebocas no es importante, hay evidencia importante sobre su uso.
Para enfrentar las afectaciones en la salud mental de los mexicanos por la pandemia, la doctora Marisela Alvarado resaltó la importancia de los hobbies y preguntarse: ¿qué hobby ahora puedo adquirir?, hoy día mucha gente usa la bicicleta, es algo que sí se puede hacer y que ayuda a tener una sensación de exterioridad; otro puede ser adquirir y cuidar plantas, hay gente que se ha dedicado a cultivar plantas en sus casas y también están las recetas de cocina.
Esto que parece al inicio como una obligación de pronto empieza a convertirse en una actividad que lo haga sentir bien, “ver cómo nos ayudamos unos y otros para sacar adelante proyectos que puedan ser sustentables y puedan ayudar a las familias que tienen problemas económicos”, insistió.
Resaltó que cada persona debe observarse y ser consciente de sí mismo, estar alertas de las cosas que empiezan a presentarse y que no sucedían antes, cosas que empiezan a dominar y que causan dolor, es en ese momento en el que deben buscar ayuda con los profesionales de salud. “Ahorita es el momento más importante para acercarse y buscar ayuda. En México hay muchos profesionales de la salud mental en muchas instancias y algunos son gratuitos, en donde se puede recurrir para evitar que esto avance”.