Estrategia “abrazos no balazos” hizo más fuerte y violento al crimen organizado

Al cierre de esta edición y al amparo de la política de “abrazos no balazos”, el crimen organizado ha rebasado todos los límites. Hoy, México es un país más inseguro. La escalada de violencia del crimen organizado contra la población civil en distintas regiones del país hace evidente la descomposición que vivimos como nación.

Hoy, México es una nación más insegura. En todas las regiones del país la delincuencia organizada se ha fortalecido, crecen las extorsiones, crecen los feminicidios, crecen las desapariciones y la imagen de México ante el mundo es el de un país sin justicia y sin leyes.

El gobierno tiene que reconocer que los “abrazos no balazos” hicieron más fuerte, más extenso y violento el dominio del crimen organizado. En estas circunstancias, la ocurrencia presidencial de pasar la Guardia Nacional a la Sedena no sólo es contraproducente sino autodestructiva, pues la Guardia Nacional no consigna a casi nadie ante el Ministerio Público.

Estamos ante un gobierno fallido que carece de capacidad y de voluntad para proteger a los ciudadanos de la violencia. Eso es precisamente lo que estamos viendo desde que se impuso la política de “abrazos no balazos”. Los delincuentes hoy se sienten más poderosos que nunca. No sólo cobran impuestos vía derechos de piso, no sólo despojan de casas y terrenos a comunidades enteras, no sólo imponen precios de los alimentos, sino que ahora desafían al gobierno con total cinismo.

Hoy por hoy los narcos se sienten más poderosos que nunca porque recibieron señales de que lo son. Por ejemplo, que el presidente haya ordenado la liberación de Ovidio Guzmán o que se haya bajado de su camioneta para ir a saludar a la mamá de El Chapo fueron hechos que todos vimos y todos nos indignamos.

Cuando López Obrador se vaya, vamos a tardar muchos años para pacificar al país. Nos está heredando una violencia brutal que destruye pueblos y ciudades ante la mirada pasiva del gobierno. Nosotros le estamos exigiendo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que de una vez se pronuncie sobre este anuncio de López Obrador para militarizar la Guardia Nacional mediante un decreto.

En los países democráticos las policías son civiles no militares. Los militares tienen la tarea de salvaguardar la seguridad nacional, pero la seguridad pública debe ser tarea coordinada del Gobierno federal, estatal y municipal.

No sólo las y los mexicanos estamos padeciendo esta tremenda violencia, sino que el mundo ya está advirtiendo el gran fracaso de este gobierno en materia de seguridad.

La inflación afecta a las familias

Por si fuera poco, el dinero ya no alcanza. Las familias ya no tienen lo suficiente para atender sus necesidades básicas ante otro de los grandes fracasos de este gobierno que es la economía. En su Plan Nacional de Desarrollo, López Obrador prometió un crecimiento del 4 por ciento, pero al paso que vamos será de cero o incluso debajo de cero, con una estela de desempleo, bajos salarios y, por si fuera poco, con los precios por los cielos.

Se acercan tiempos de un cambio de modelo. Sí hay de otra. En los estados que gobierna Acción Nacional hay crecimiento económico, hay empleos bien pagados, como en Aguascalientes, Chihuahua, Querétaro y Guanajuato y además tenemos un modelo como el de Yucatán que es el estado más seguro del país. Estamos listos para demostrar que sí hay de otra.

El desprecio por la educación

Cuando los años pasen quedará clarísimo que uno de los mayores crímenes sociales de este gobierno fue contra la niñez. No sólo por la falta de vacunas a menores de cinco años, sino porque se canceló la posibilidad de una educación de calidad. Se acabó con la posibilidad de otorgar piso parejo para todos los mexicanos.

En el sector educativo predomina el interés electoral. Por eso se entregó la educación básica a los sindicatos, por eso se da dinero a los padres supuestamente para el mantenimiento de las escuelas, por eso se entregó a los morenistas radicales los nuevos libros de texto.

El presidente decidió politizar la educación de la niñez al utilizar la Secretaría de Educación Pública para catapultar las ambiciones electorales de la hoy ex secretaria y al colocar a una de sus incondicionales, por cierto, militante de la CNTE, al frente del programa educativo. Pobre del país que renuncia a la educación de calidad.

Felipe de Jesús González Castañeda es Secretario de Comunicación del CEN del PAN.